Las senadoras demócratas Elizabeth Warren y Tina Smith pidieron al presidente de EE UU, Joe Biden, que declare una emergencia de salud pública para proteger el acceso al aborto después de que ayer el Tribunal Supremo del país anulara la protección del derecho al aborto, vigente desde 1973.
«Instamos al presidente a declarar una emergencia de salud pública para proteger el acceso al aborto para todas las estadounidenses, a que desbloquee recursos y de autoridad para que los estados y el gobierno federal puedan satisfacer el aumento en la demanda de servicios de salud reproductiva», anotan las senadoras en una nota de opinión publicada en The New York Times.
Aborto en EE UU
Biden, por su parte, afirmó ayer viernes desde la Casa Blanca que su Gobierno defenderá el derecho al aborto y animó a los estadounidenses a acudir a votar en los comicios de noviembre para garantizar una mayoría en el Congreso para sacar adelante leyes que lo amparen.
En este texto publicado las políticas también animan a los estadounidenses a votar por los candidatos demócratas en las elecciones legislativas del próximo noviembre para así intentar revertir la decisión del Tribunal Supremo con una ley federal.
«Si los votantes nos ayudan a mantener nuestro control de la Cámara y ampliar nuestra mayoría en el Senado por al menos dos votos este noviembre, podemos convertir Roe («Roe contra Wade» es el caso que legalizó el aborto) en ley en todo el país en enero», anotan.
Hasta ahora nueve estados de los 50 que componen el país prohibieron la interrupción del embarazo este mismo viernes nada más conocerse la decisión del Tribunal Supremo, mientras que otros 14 estados podrían hacerlo a corto plazo.
Warren y Smith, además, recalcan en su escrito que «una gran mayoría de estadounidenses se opone a la decisión que acaba de tomar el Tribunal Supremo» y que «casi dos tercios de los estadounidenses creen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos».
«En pocas palabras: debemos restaurar nuestra democracia para que una minoría radical ya no pueda ahogar la voluntad del pueblo. Esta será una lucha larga y dura, y el camino hacia la victoria aún no es seguro. Pero es una lucha justa que debemos ganar, sin importar cuánto tiempo tome. Las dos vivimos en una América sin Roe, y no vamos a regresar. No ahora. Jamás», concluyen.