La congresita mexicana Mónica Fernández resultó elegida este sábado como presidente del Senado de México en sustitución de Martí Batres tras una polémica en el seno de su partido.
Fernández, segunda mujer que ejerce el cargo en la historia de la cámara, terminó electa como presidente del Senado para el segundo periodo ordinario de sesiones de la legislatura con el apoyo de 110 de los 128 legisladores.
La renovada mesa del Senado la completan los vicepresidentes Salomón Jara, María Guadalupe Murguía y Jorge Carlos Ramírez; y los secretarios Citlalli Hernández, Verónica Delgadillo, Nancy Sierra y Primo Dothé.
«Somos la legislatura de la paridad de género, la que pro primera vez en la historia de México integra hombres y mujeres en equidad», celebró Fernández en su discurso de toma de posesión.
La recién electa presidente prometió una conducción de la cámara «respetuosa» e hizo un alegato a favor de «los consensos y los acuerdos».
Polémica votación
Morena postuló a Fernández en sustitución del también morenista Batres tras una polémica votación interna que evidenció públicamente las fracturas internas dentro del partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La riña comenzó el pasado 19 de agosto cuando se celebró una votación del grupo parlamentario a puerta cerrada. Durante la elección 33 senadores optaron por postular a Fernández, 29 decidieron mantener a Batres y dos emitieron votos nulos.
Martí Batres, quien presidía la cámara alta desde el 1 de septiembre de 2018, no reconoció el resultado de esta elección y acusó al líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, de haber maniobrado en su contra.
Pero Monreal, quien apoyó la candidatura de Mónica Fernández, dijo que la elección había sido «ejemplar» y aseveró que «las descalificaciones son injustas».
A la disputa entró de pleno la presidente del partido, Yeidckol Polevnsky, quien reprochó que «es vergonzoso que se hagan maniobras» para sustituir a Batres.
Una comisión interna del partido resolvió este jueves que en la votación hubo «irregularidades», porque participaron legisladores del Partido Encuentro Social. En este sentido, resolvió que dicho proceso quedaba invalidado.
Batres celebró esta resolución como una «victoria moral» aunque descartó postulase de nuevo a presidir la cámara. Por su parte, Monreal rechazó esta impugnación y mantuvo la candidatura de Mónica Fernández.
El mandatario mexicano López Obrador amenazó con que si el partido se echa a perder, renunciaría a su militancia. También aseguró que ante esta crisis interna pediría que cambie de nombre la formación que él mismo fundó.