El Senado de Estados Unidos aprobó una enmienda que pide al gobierno del presidente Joe Biden facilitar el acceso libre a Internet en Cuba con la creación de un fondo que posibilite este servicio «abierto y sin censura».
La enmienda se aprobó durante el maratón de votaciones que hubo en la cámara antes de la aprobación, la madrugada de este miércoles, de la iniciativa presupuestaria presentada por los demócratas por valor de 3,5 billones de dólares.
La enmienda fue presentada por los senadores republicanos por Florida, Marco Rubio y Rick Scott, y solicita establecer un fondo de reserva para «facilitar el suministro del servicio de Internet a los ciudadanos de Cuba, que han sido privados del flujo libre de información por el régimen comunista ilegítimo cubano».
En concreto, dicha enmienda -la 3097- al plan presupuestario requiere a la Administración del presidente Joe Biden que «facilite acceso libre, abierto y sin censura a Internet para el pueblo de Cuba», según un comunicado en la web de Rubio.
Ese senador, de origen cubano, recordó que lleva haciendo hincapié en la importancia del acceso a Internet de los cubanos «desde que comenzaron las protestas históricas hace un mes».
«La represión por parte del régimen, deja clara la necesidad de actuar ya -aseguró-. Afortunadamente, la tecnología existe para proporcionar conectividad», dijo Rubio.
Scott consideró en la misma nota que «el tiempo para que el presidente Biden revise su política hacia Cuba ha terminado».
«Debemos tomar medidas inmediatas para implementar toda la tecnología para facilitar el libre flujo de información hacia y desde la isla, y amplificar las voces del pueblo cubano al aprobar esta enmienda», señaló.
Tras la aprobación anoche de la enmienda y del conjunto de la iniciativa presupuestaria, el texto debe pasar el visto bueno de la Cámara Baja de EE UU.
A finales del mes pasado, la Administración de Biden anunció más sanciones hacia el Gobierno de Cuba, esta vez a la Policía Nacional Revolucionaria y a dos de sus líderes, tras las protestas del 11 de julio, pero aparcó las acciones sobre el Internet y el envío de remesas a la isla.
Antes del anuncio de esas sanciones, Biden apuntó que su Gobierno estaba evaluando «todas las opciones disponibles» para facilitar al pueblo cubano el acceso a Internet y ayudarlo a «eludir» la censura.
Aunque, durante su campaña electoral, Biden prometió volver al deshielo con Cuba y dar marcha atrás a muchas de las sanciones impuestas por el expresidente Donald Trump (2017-2021), sus cálculos parecen haber cambiado desde que llegó al poder.
Después de las protestas de julio en la isla, que han obtenido un fuerte respaldo del exilio cubano en el estado clave de Florida, la Casa Blanca no quiere dar ningún paso que pueda interpretarse como una concesión al Gobierno de Cuba.
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