Seguidores de Evo Morales, ex presidente de Bolivia, protagonizaron en varias ciudades del país una ola violenta de saqueos y ataques contra la propiedad privada y civil.
Los hechos ocurrieron luego de que el ex mandatario renunció a su cargo como presidente y después de quedar sin el respaldo de los militares y de la policía. Además, la Organización de Estados Americanos evidenció graves irregularidades en los resultados de las elecciones en las que quiso mostrarse reelecto.
Las ciudades de La Paz y El Alto fueron las más golpeadas por los actos de los adeptos a Morales, reseñó el medio Página Siete.
La turba prendió fuego a varias unidades del sistema de transporte de La Paz, quemó módulos policiales y la casa del rector de la Universidad Mayor de San Andrés, Waldo Albarracín.
En El Alto, atacaron varias empresas, tomaron las estaciones del teleférico y agredieron barrios enteros. También dañaron las dependencias de la Alcaldía y las residencias de la alcaldesa y de su padre.
Los seguidores de Morales amenazaron con atacar los canales de Televisión Universitaria y Red UNO, por lo que los medios tuvieron que cerrar sus emisiones.
“Desde hace ocho años hay estabilidad económica, el dólar no se ha movido un punto, aquí no hay crisis económica. El pueblo boliviano exige que el proceso de cambio sea respetado”, exigió uno de los manifestantes.
Dijo que los masistas no quieres una democracia liberal que se reparta las riquezas de los bolivianos entre las transnacionales ni que llegue a la burguesía. “Queremos justicia social”, reclamó.