La policía capturó en la comunidad italiana de Prato al sacerdote Francesco Spagnesi, quien se encuentra en arresto domiciliario al ser acusado de tráfico de estupefacientes y de haber organizado fiestas de orgías.
Algunos medios italianos revelaron que Spagnesi usaba las limosnas que recibía de los feligreses en las misas para adquirir la droga. El caso ha causado mucho impacto, ya que se dice que el cura estaba comenzando un negocio de narcotráfico importando sustancias ilegales desde Holanda.
Según las primeras pesquisas policiales, el sacerdote estaba moviendo cerca de medio kilo de cocaína y en las fiestas clandestinas que organizaba a través de internet, llegó a contar con centenares de invitados, entre empresarios y banqueros de la zona.
“Son noticias que un padre y un pastor no querría recibir nunca y que golpean a toda la diócesis”, aseguró en una entrevista el obispo de Prato, Giovanni Nerbini, quien se dio cuenta de los problemas de adicción a las drogas del sacerdote y trato de que buscara ayuda profesional, pero no logró que Spagnesi se desintoxicara.