El sacerdote Jean-Baptiste Sèbe se suicidó en las instalaciones de su iglesia en Ruan, Francia, tras haber sido acusado de agredir sexualmente a una joven.
Sèbe, quien tenía 38 años de edad y era cura desde 2005, no había sido denunciado formalmente ante la policía antes de su muerte.
Sin embargo, la prensa indicó que la razón que llevó al sacerdote a tomar esta decisión fue debido a que la madre de la presunta víctima había informado al arzobispo de localidad, Dominique Lebrun, que Sèbe había tenido »comportamientos indecentes y de agresión sexual» en contra de su hija.
«No comprendemos para nada este gesto, aunque yo sé que pasaba un mal momento», escribió ayer en una carta abierta, el arzobispo Lebrun, quien no mencionó en su misiva la supuesta denuncia contra el religioso.
Según el diario católico La Croix, el cura fallecido enseñaba teología en el Instituto Católico de París y era capellán en varios colegios e institutos públicos en Ruan, donde era muy apreciado por los habitantes.