Rusia sancionó este miércoles a 398 parlamentarios de la Cámara de Representantes de EE UU y a 87 senadores de Canadá en respuesta a las sanciones impuestas por Washington y Ottawa contra diputados de la Duma rusa (Cámara Baja) y del Consejo de la Federación (Senado) por la campaña militar en Ucrania.
«En el futuro próximo, habrá nuevos anuncios sobre la ampliación de la lista de sancionados y otras medidas de represalia», tanto en el caso de EE UU como en Canadá, advirtió en sendos comunicados el Ministerio ruso de Exteriores.
La medida tomada por la cartera de Serguéi Lavrov sigue a las sanciones impuestas por EE UU el 24 de marzo contra 328 diputados de la Duma, que, teniendo en cuenta los parlamentarios rusos previamente incluidos en la lista negra estadounidense, «constituye casi todo el Hemiciclo», formado por 450 escaños.
Dado que Rusia ya había vetado con anterioridad la entrada de varios legisladores estadounidenses al país, como a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, según Moscú ahora con la nueva tanda de sanciones «todos» los parlamentarios están ahora incluidos en la lista rusa con base en la «reciprocidad».
Entre otras sanciones, el Departamento del Tesoro estadounidense incluyó hace tres semanas a la Duma rusa en su lista de entidades vetadas. Además, congeló cualquier activo bajo jurisdicción de Estados Unidos que puedan tener 328 miembros de esa Cámara Baja de Rusia.
Llamamiento a Putin
«La Duma estatal rusa sigue apoyando la invasión de Vladímir Putin restringiendo el flujo libre de información e infringiendo los derechos básicos de los ciudadanos de Rusia», dijo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
El Tesoro recordó además que en febrero la Duma aprobó un llamamiento para que Putin reconociera como independientes a las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y Lugansk, «a pesar de que son parte de Ucrania«.
En el caso de Canadá, Ottawa sancionó el mismo día que EE UU a 160 senadores del Consejo de la Federación rusa (Cámara Alta) y por ello ha respondido con la prohibición de la entrada al país de 87 legisladores canadienses.
Medida «inamistosa»
Rusia considera esta medida «inamistosa», contraria a los intereses nacionales, pues Canadá «trata de estar al frente del curso rusófobo de la actual administración estadounidense», señaló la portavoz de Exteriores, María Zajárova.
«La continuación de esta línea miope, que refleja el fracaso y la dependencia de la política exterior canadiense, solo puede aumentar el daño causado a la propia Canadá y sus relaciones con Rusia, dada la inevitable respuesta rusa», agregó.