Roskomnadzor, el organismo ruso regulador de las comunicaciones, anunció este miércoles que el gobierno multará a varias redes sociales por instar a menores de edad a participar en las protestas que tuvieron lugar el 23 de enero para exigir la liberación del influyente opositor Alexei Navalny.
En un comunicado al que tuvo acceso la agencia de noticias Sputnik, las autoridades señalaron que plataformas como Facebook, Instagram, Twitter, TikTok, VKontakte y Odnokassniki, entre otras, serán multadas.
Entre ellas estará, además, YouTube, que también será sometida a la sanción por «incumplir el requisito de impedir la difusión de llamamientos a menores para que participaran en las manifestaciones no autorizadas del 23 de enero», tal y como reza el texto.
Las manifestaciones se saldaron con más de 3.000 detenidos, según la organización civil OVD, entre ellas la mujer del disidente, arrestado hace una semana tras regresar de Alemania, donde pasó cinco meses convaleciente tras sufrir un envenenamiento.
Este mismo miércoles, varios de sus asesores alertaron de que la policía rusa registró su vivienda en Moscú, así como la oficina de su equipo.
«El apartamento de Navalni en Maryino está siendo registrado. Hay muchos agentes con máscaras y han tirado abajo la puerta», aseveró Ivan Zhdanov, presidente de la Fundación Anticorrupción de Navalni, según informaciones del diario The Moscow Times.
Rusia tacha de injerencia la declaración del G7
Por su parte, el gobierno ruso calificó de injerencia en sus asuntos internos la declaración de los ministros de Exteriores del G7 y el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, que pidieron el martes a Rusia la liberación «inmediata e incondicional» del opositor.
El Ministerio de Exteriores ruso indicó en un comunicado que considera la postura del G7 como una «grave injerencia» y una medida «abiertamente hostil», tal y como recogió la citada agencia.
En un comunicado conjunto, los titulares de Exteriores de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y Borrell condenaron el arresto «políticamente motivado» y la detención de Navalny, antes de señalar que es deplorable que el opositor permanezca detenido por fallos judiciales calificados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de arbitrarios y «manifiestamente irrazonables».
Relación con la UE
El gobierno de Rusia estima, además, que las medidas impuestas por la Unión Europea en el marco del caso Navalny socavan su futura cooperación. «Las acciones en relación con el caso del presunto envenenamiento han sido el colmo de lo hostil», declaró las autoridades.
Aseveró que esto «pone en tela de juicio la posibilidad misma de desarrollar una cooperación con el bloque en el futuro».
Navalny podría ser condenado a una pena de hasta 3 años y medio de prisión en una vista programada para el 2 de febrero. Está acusado de incumplir las condiciones de su libertad provisional y se han presentado cargos por los que podría ser condenado a hasta 10 años de prisión.