Rusia atacó este miércoles varias zonas de Ucrania con 36 misiles de crucero que fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas y con 4 misiles supersónicos Kinzhal que no pudieron ser interceptados, informó la Fuerza Aérea ucraniana.
“Alrededor de las 7:00 pm (hora local, 17.00 GMT), los ocupantes han hecho despegar cazas MiG-31K que han disparado cuatro misiles aerobalísticos Kh-47 Kinzhal en dirección al óblast de Jmelnitski”, en la zona occidental de Ucrania, dice la Fuerza Aérea.
Según adelantó el portavoz de la Fuerza Aérea, Yuri Ignat, uno de los objetivos era el distrito de Starokostiantiniv, situado en el óblast de Jmelnitski. Medios ucranianos informan que allí tiene una base militar la Fuerza Aérea de Ucrania.
“Los misiles entraron en el espacio aéreo de Ucrania desde el sureste y se dirigieron hacia el oeste. Los proyectiles cambiaban constantemente de dirección durante el vuelo” para confundir a las defensas aéreas ucranianas, explicó la Fuerza Aérea.
Ucrania es capaz de derribar misiles Kinzhal rusos cuando estos van dirigidos contra Kyiv, donde el Ejército concentra los sistemas defensivos Patriot enviados por sus socios occidentales. Pero es vulnerable a este tipo de misiles supersónicos cuando los disparan contra otras regiones del país menos protegidas.
Rusia lanzó los 40 misiles en tres rondas distintas: una primera de tres misiles de crucero Kalibr, una segunda de 33 misiles de crucero Kh-101 y Kh-555 y, dos horas más tarde, los 4 Kinzhal contra el óblast de Jmelnitski.