Rusia lanzó esta madrugada nuevos ataques con drones contra el sistema energético de los óblasts de Odesa y Mikoláyiv, ambos situados en el sur de Ucrania, según informó el Ejército ucraniano en un comunicado.
Las fuerzas rusas iniciaron a finales de marzo una nueva campaña de ataques contra el sistema energético ucraniano que dejó en su momento sin luz a cientos de miles de ucranianos y ha dañado buena parte del sistema de generación eléctrica del país.
Rusia empleó en su ataque de anoche contra Odesa y Mikoláyiv 17 drones kamikaze iraníes Shahed, de los que 14 fueron derribados por las defensas aéreas ucranianas.
Según el Mando Sur del Ejército de Ucrania, 12 de los drones fueron derribados sobre el óblast de Mikoláyiv, mientras que los otros dos fueron interceptados sobre territorio de Odesa.
El alcalde de Odesa, Genadi Trujánov, explicó que las autoridades están evaluando los daños provocados por el ataque ruso en una infraestructura eléctrica.
El Servicio de Emergencias ucraniano ha informado de un incendio en una infraestructura energética de Mikoláyiv que ya ha sido extinguido.
Los ataques rusos contra el sistema eléctrico ya dejaron sin suministro y calefacción a millones de ucranianos a finales de 2022 y principios de 2023. Esta nueva ola de ataques ha vuelto a menguar la capacidad de generación y distribución del sistema ucraniano.