Rusia guardó silencio el sábado sobre la repentina muerte en prisión de Alexéi Navalni, principal opositor del Kremlin, a pesar de las protestas y las crecientes acusaciones de las potencias occidentales sobre su responsabilidad.
El gobierno británico convocó a los diplomáticos de la Embajada de Rusia el viernes para «dejar claro que hacían totalmente responsable» a Moscú del deceso y reclamó una «investigación completa y transparente».
El presidente estadounidense, Joe Biden, se dijo «escandalizado» y afirmó que su homólogo ruso, Vladimir Putin, «es responsable» del fallecimiento de Navalni, mientras que la Unión Europea señaló al «régimen ruso».
La muerte de Alexéi Navalni demuestra «la debilidad del Kremlin y el miedo a cualquier adversario», declaró en París el presidente francés, Emmanuel Macron, junto a su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, quien aseguró que es «obvio» que el opositor «fue asesinado como miles de otros (…) por culpa de una única persona, Putin».
El sábado, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, también dijo que considera «responsables» a Putin y a su régimen.
Los ministros de Relaciones Exteriores de los miembros del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), reunidos en Múnich, guardaron un minuto de silencio por Navalni, indicó la oficina del canciller italiano, Antonio Tajani.
Por su parte, China, aliado cada vez más importante del Kremlin, declinó comentar la muerte de Navalni, alegando que se trata de un «asunto interno de Rusia».
Putin tampoco comentó el deceso del opositor, pero el Kremlin consideró «totalmente inaceptables» las acusaciones de las potencias occidentales.
«Todavía no se realizó un examen forense, pero Occidente ya sacó conclusiones», señaló la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, según la agencia de noticias oficial rusa TASS.
Manifestaciones en Rusia
Los memoriales improvisados y las pequeñas protestas en homenaje al opositor en Rusia fueron rápidamente disueltos por la policía, que según grupos de derechos humanos detuvieron a unas 177 personas hasta ahora.
En Moscú, la policía detuvo a al menos 15 personas frente a un monumento a las víctimas de la represión soviética, según el medio independiente Sota.
En un video publicado por Sota se podía oír a una mujer gritando mientras era detenida por la fuerza, mientras varias personas coreaban «vergüenza».
Otro mostraba a un grupo de personas quitando flores de un monumento en la plaza Lubianka durante la noche, al tiempo que la policía bloqueaba la zona.
Alexéi Navalni, condenado por «extremismo», purgaba una pena de 19 años en una remota colonia penitenciaria del Ártico tras unos juicios que, según múltiples voces, obedecían a motivos políticos.
Las autoridades rusas brindaron pocos detalles de las circunstancias del deceso y se limitaron a asegurar que se hicieron todos los esfuerzos para reanimar al opositor, cuya salud se debilitó por el encarcelamiento, un envenenamiento en 2020 y una huelga de hambre en 2021.
«El prisionero Navalni A.A. se sintió mal después de un paseo y casi inmediatamente perdió el conocimiento», indicó el servicio penitenciario de la región ártica de Yamal en un comunicado.
La portavoz del opositor, Kira Yarmish, indicó el sábado que la madre de Navalni, Liudmila Navalnaya, fue notificada de que murió a las 14H17 locales (09H17 GMT) y pidió que sus restos sean entregados a la familia «inmediatamente».
Las autoridades indicaron que el cuerpo del opositor estaba en Salejard, una localidad cercana a la prisión donde estaba recluido.
Sin embargo, el equipo de Navalni afirmó que su abogado, que llegó a esta ciudad el sábado junto a la madre del opositor, llamó a la morgue y fue informado de que «el cuerpo de Alexéi no está» allí.
«No se rindan»
El deceso de Navalni, a los 47 años y tras pasar tres en prisión, priva de su principal figura a una oposición exhausta, justo un mes antes de las elecciones presidenciales que, previsiblemente, consolidarán el poder de Vladimir Putin tras años de represión.
El jueves, Navalni participó por video en dos vistas ante un tribunal de la región de Vladimir y no se quejó de su estado de salud, según la agencia estatal de noticias Ria Novosti.
Su madre declaró que vio a su hijo el lunes «sano y de buen humor», informó el diario independiente Novaya Gazeta, citando un mensaje publicado en Facebook.
La cárcel no socavó la determinación de Navalni, que no cesó de criticar a Putin durante las vistas de sus juicios y en mensajes difundidos a través de su equipo.
En su juicio por «extremismo», denunció «la guerra más estúpida y sinsentido del siglo XXI», en referencia a la ofensiva rusa contra Ucrania lanzada el 24 de febrero de 2022.
En un documental filmado antes de su regreso a Rusia a principios de 2021, Navalni fue preguntado sobre qué mensaje quería dejar al pueblo ruso en caso de morir o ser asesinado.
«No se rindan. No deben, no pueden rendirse», declaró. «Lo único que hace falta para que triunfe el mal es que la gente buena no haga nada».