Las Fuerzas Armadas de Rusia destruyeron en las últimas 24 horas cuatro aviones, cuatro helicópteros, tres drones y una lancha de desembarco ucraniana en las inmediaciones de la isla Zmiinyi (Serpiente) en el mar Negro, según informó hoy el Ministerio de Defensa ruso.
«En el transcurso de la noche sobre la isla Zmiinyi los medios de la defensa antiaérea rusa derribaron otros dos bombarderos Su-25 y un helicóptero Mi-24 de la Fuerza Aérea de Ucrania. También un dron Bayraktar-TB2 en las cercanías de la ciudad de Odesa», afirmó el portavoz de la entidad castrense Igor Konashenkov.
El mando militar ruso añadió que durante la última jornada «en esta zona fueron derribados cuatro aviones ucranianos, cuatro helicópteros. También incluyeron tres de desembarco con efectivos a bordo, tres drones Bayraktar-TB2 y una lancha de desembarco».
Derribo de helicópteros en Zmiinyi
El Ministerio de Defensa ruso dejó entrever que las fuerzas ucranianas intentaron llevar a cabo un desembarco fallido en la pequeña isla en horas de la tarde del sábado y la madrugada del domingo.
Varios medios rusos sugirieron que el ataque ucraniano fue un intento de empañar los festejos del Día de la Victoria sobre la Alemania Nazi, quizás la celebración oficial más importante en Rusia.
El islote, a 143 kilómetros de la ciudad portuaria, la Armada Rusa tomó por la fuerza el 24 de febrero, el mismo día en el que Rusia lanzó su llamada «operación militar especial» en Ucrania.
Ataques aéreos
Konashénkov informó también sobre los ataques aéreos rusos en otras partes del país. Señaló que la Fuerza Aeroespacial destruyó la comandancia de una brigada motorizada en la región de Járkov. Este es un centro de comunicaciones en el aeródromo militar Chernovoglínskoye de la localidad de Artsyz, cerca de Moldavia.
Además, la Fuerza Aeroespacial hundió en las cercanías del Odesa una corbeta ucraniana de la clase Tarantul, según la clasificación de la OTAN.
La aviación táctica y de asalto atacó a su vez 130 objetivos militares ucranianos. Entre ellos, tres puestos de mando, dos baterías de artillería, dos arsenales y 123 puestos fortificados.
Según Konashénkov, 420 militares ucranianos murieron a consecuencia de estos ataques, y fueron destruidos 55 equipos de combate.
La artillería rusa, por su parte, atacó 56 puestos de mando, 32 baterías de artillería, 415 puestos fortificados. Además de dos sistemas de misiles antiáereos S-300 en las cercanías de la localidad Korotich, en la región de Járkov.
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