Rusia reivindicó este domingo el control de toda la región de Lugansk, este de Ucrania, tras la conquista de la ciudad clave de Lysychansk al cabo de intensos combates.
Al mismo tiempo, el gobierno ruso acusó a Ucrania de haber disparado tres misiles contra una ciudad rusa cerca de la frontera entre ambos países que causaron la muerte de tres personas.
El ministro de Defensa ruso «Serguéi Shoigu informó al comandante en jefe de las fuerzas armadas rusas, Vladimir Putin, de la liberación de la República Popular de Lugansk», indicó un comunicado del Ministerio de Defensa citado por las agencias de prensa rusas.
El domingo por la mañana, el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, dejó entender que las fuerzas ucranianas estaban perdiendo terreno en Lysychansk, una ciudad de 100.000 habitantes antes de la guerra.
«Los rusos se están atrincherando en un distrito de Lysychansk, la ciudad está en llamas», dijo en Telegram Gaidai.
«Están atacado la ciudad con tácticas inexplicablemente brutales», añadió.
La conquista de Lysychansk —si se confirma— permitiría a las tropas rusas avanzar hacia Sloviansk y Kramatorsk, más al oeste, asegurándose prácticamente el control de la región, que ya estaba parcialmente en manos de separatistas prorrusos desde 2014.
Explosiones en ciudad rusa
Asimismo, Rusia acusó este domingo a Kyiv de lanzar misiles contra la ciudad Belgorod, cerca de la frontera entre ambos países.
«Las defensas antiaéreas rusas derribaron tres misiles Totchka-U lanzados por nacionalistas ucranianos contra Belgorod. Después de la destrucción de los misiles ucranianos, los restos de uno de ellos cayeron sobre una casa», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
El gobernador de esa región, Viacheslav Gladkov, había anunciado antes la muerte de al menos tres personas en fuertes explosiones en esa ciudad.
Las explosiones dejaron además cuatro heridos, dañaron 11 edificios residenciales y 39 casas, afirmó Gladkov en la red Telegram.
Desde el inicio de la ofensiva Rusia en Ucrania, el 24 de febrero, el gobierno ruso ha acusado reiteradamente a las fuerzas ucranianas de llevar a cabo ataques en suelo ruso, especialmente en la región de Belgorod.
A principios de abril, el gobernador Gladkov acusó a Ucrania del ataque de un depósito de combustible en Belgorod con dos helicópteros.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, afirmó también que su ejército interceptó misiles lanzados desde Ucrania, en pleno auge de versiones sobre la creciente implicación de su país, aliado de Rusia, en la guerra entre sus dos vecinos.
«Nos provocan. Debo decir que hace unos tres días, tal vez más, trataron de bombardear desde Ucrania objetivos militares en Bielorrusia», dijo Lukashenko, citado por la agencia estatal bielorrusa Belta.
Pero Lukashenko aseguró que no tiene intenciones de «combatir en Ucrania», lo que supondría una escalada del conflicto.
El alcalde de Melitopol, Ivan Fedorov, una ciudad del sur de Ucrania controlada por las tropas rusas, anunció este domingo que el ejército ucraniano puso «fuera de servicio» en la noche del sábado une base militar rusa en la ciudad.