El rey de España, Felipe VI, pidió que el Estado defienda el orden constitucional de la deslealtad de los independentistas catalanes, en una jornada de protestas multitudinarias en Barcelona contra la respuesta policial al referéndum prohibido del domingo.
“Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones”, dijo el monarca en un mensaje televisado al país, su primera reacción a los sucesos del domingo en Cataluña.
“Determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución”, afirmó.
“Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible a los poderes del Estado. Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando, desgraciadamente, a dividirla”, recalcó.
El gobierno de Mariano Rajoy dispone de la potestad de intervenir y suspender al ejecutivo catalán de Carles Puigdemont y sus instituciones aplicando el artículo 155 de la Constitución. Una opción que no se ha descartado.
Muestras de disconformidad. En una jornada de huelga general y manifestaciones, 700.000 personas protestaron en Barcelona, según cifras de la policía municipal. La huelga paralizó la región española de 7,5 millones de habitantes. La constante durante el día fueron los comercios y escuelas públicas cerrados, las carreteras y autopistas bloqueadas, avenidas solas, estaciones de trenes sin funcionar y servicios mínimos de autobuses y metro.
El FC Barcelona se sumó al paro. El puerto de Barcelona, el tercero de España, y el mercado mayorista de alimentación, uno de los más grandes de Europa, estuvieron casi paralizados. El aeropuerto funcionó con normalidad, según un portavoz. Muchos de los monumentos e instalaciones turísticas de Barcelona, como el templo de la Sagrada Familia, tampoco abrieron sus puertas.
Dolors Bassa, consejera de Trabajo, destacó que en los sectores sanitario, educativo y en la administración pública se acató el paro en 75%. Subrayó que el consumo energético se redujo 11,5% respecto a un día normal.
La patronal Cecot señaló que la paralización fue de 90% de las empresas catalanas, representativas de todos los sectores. “No se registra un paro de la actividad empresarial tan masivo como el de este día”, indicó en un comunicado. Solo los grandes almacenes, algunos supermercados y bares permanecieron abiertos durante la jornada.
En varias partes de Barcelona, especialmente en el centro, y en zonas de Cataluña hubo concentraciones de manifestantes, en su mayoría jóvenes, trabajadores con sus familias y jubilados que expresaron su enérgica protesta contra “la vulneración de sus derechos fundamentales y libertades democráticas”, gritaban a todo pulmón y ondeban sus banderas de esteladas republicanas, a la vez que reafirmaban que “quieren separarse de España”. En algunos lugares se registraron escenas de fuerte tensión.
Se espera que hoy la Junta de Portavoces de la Generalitat anuncie el día y la hora de la proclamación de la independencia. El Parlamento Europeo debatirá esta tarde en Estrasburgo la situación de Cataluña, señalaron los eurodiputados.
La plataforma ciudadana Sociedad Civil Catalana, opuesta a la independencia, convocó para el domingo a una gran manifestación cívica en la plaza Urquinaona de Barcelona, para dar voz a quienes creen en la democracia y el respeto a las instituciones.