MUNDO

Resurgen esperanzas de un cese el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza

por Avatar AFP

La situación de los civiles empeora cada día más en la Franja de Gaza, donde combatientes de Hamás y tropas de Israel libraron combates «muy violentos» el lunes, aunque resurgen esperanzas de un cese el fuego tras casi cuatro meses de guerra.

En Jan Yunis, una ciudad del sur de Gaza que Israel considera un bastión del movimiento islamista, se libraron combates «muy violentos», según varios testigos.

Los enfrentamientos se registraron en particular cerca de los hospitales Naser y Al Amal, que albergan a miles de refugiados que huyeron de los combates que se libran más al norte.

En Israel, las sirenas de alerta sonaron en Tel Aviv y en el centro del país tras el lanzamiento de cohetes desde Gaza, según un periodista de la Afp. El brazo armado de Hamás reivindicó los disparos en respuesta a las «masacres de civiles» en el territorio palestino.

El grupo islamista quiere negociar un «cese el fuego completo» con Israel antes de cualquier acuerdo sobre una liberación de rehenes, afirmó a la Afp Taher al Nunu, un alto cargo del grupo, considerado como «organización terrorista» por Estados Unidos, la Unión Europea y el Estado hebreo.

Sus declaraciones se produjeron después de que Catar anunciara que se iba a transmitir a Hamás un marco para lograr un cese el fuego en Gaza y liberar a los rehenes retenidos en el territorio.

El jefe de inteligencia estadounidense, William Burns, se reunió el domingo en París con altos funcionarios egipcios, israelíes y cataríes para esbozar un proyecto de tregua.

El emirato, junto con Egipto y Estados Unidos, ha liderado los esfuerzos de mediación desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre.

Extensión del conflicto

El conflicto se desató tras el ataque del grupo palestino en el sur de Israel, que dejó unos 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la Afp basado en cifras israelíes.

Los tres países negociaron una primera tregua en noviembre, que permitió canjear a un centenar de las cerca de 250 personas secuestradas ese día en Israel por presos palestinos.

Según las autoridades israelíes, 132 rehenes siguen en Gaza, incluidos 28 que habrían fallecido.

En respuesta al ataque, Israel prometió «aniquilar» el movimiento islamista y lanzó una vasta operación en Gaza que ha dejado hasta ahora 26.637 muertos, la gran mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Salud de Hamás.

Las alarmas de que el conflicto se extienda por Oriente Medio volvieron a saltar tras la muerte de tres soldados estadounidenses en Jordania en un ataque con drones, que Washington atribuye a grupos respaldados por Irán.

Se trata de la primera vez que militares estadounidenses mueren en Oriente Medio desde el comienzo del conflicto.

Washington responderá «de una manera muy consecuente», declaró en CNN John Kirby, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional.

Estados Unidos, sin embargo, no busca entrar en guerra con la República Islámica, matizó. Teherán niega cualquier responsabilidad en el ataque.

Un representante estadounidense informó que otra base militar de la coalición antiyihadista liderada por EE UU había sido golpeada en al Shaddadi, en el noreste de Siria. No hubo víctimas ni daños, detalló.

Auditoría UNRWA

La Unión Europea pidió a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) que «acepte una auditoría realizada por expertos externos independientes designados por la UE».

La UNRWA, que proporciona una ayuda vital para los palestinos en Gaza, está en el ojo del huracán por la presunta participación de doce de sus empleados en el ataque del 7 de octubre.

La UNRWA abrió una investigación tras las acusaciones de Israel pero varios de los países que la apoyan suspendieron temporalmente su financiación, entre ellos Estados Unidos y Francia.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió garantizar la continuación de las operaciones de la agencia, esenciales para la población.

Un total de 20 organizaciones humanitarias, entre ellas Oxfam, Save the Children y ActionAid, expresaron su indignación por la suspensión de la ayuda en un comunicado conjunto.

«Vivimos de la ayuda que nos da la UNRWA. Si se suspende, moriremos de hambre y nadie nos ayudará», dijo la gazatí Sabah Masabih, de 50 años.

El jefe de la diplomacia israelí, Israel Katz, anuló una reunión que tenía prevista el miércoles con el comisario general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, y pidió su dimisión.

Entre tanto, sigue la violencia en Cisjordania ocupada, donde cinco palestinos murieron por disparos israelíes el lunes.

Desde que comenzó la guerra, más de 360 personas han muerto allí a manos de las fuerzas israelíes, según el Ministerio de Salud palestino en Ramala.