La Pastoral Social Cáritas Panamá reportó un ingreso diario de 500 migrantes por la selva del Darién, inhóspito paso que conecta con Colombia. Actualmente hay cerca de 2.000 migrantes -incluidos hombres, mujeres y niños- en las estaciones de recepción en esa provincia panameña, donde autoridades y organismos les prestan atención humanitaria porque llegan descompensados física y emocionalmente.
Comunicó, mediante sus redes sociales, que la comunidad de Zapallal, junto con el padre Erick Fernández y las hermanas de Maryknoll, se organizan para acoger a los migrantes que llegan. Les dan comida para que recobren fueras y puedan continuar.
Pero se ha registrado un abarrotamiento que, advirtió, puede desbordar la atención. Por eso, señaló, algunos grupos, en su desesperación, siguen el camino a pie hasta la localidad de Chiriquí para continuar hacia Costa Rica.
“Las organizaciones católicas que sirven y acompañan poblaciones desplazadas forzadamente, animamos a las comunidades a brindar acogida a estos hermanos y hermanas. Con la generosidad demostrada a través de la campaña Iglesia Sin Fronteras, tenemos agua, alimentos, ropa y kit de aseo”, dijo.
La Pastoral aseguró que está lista y a la espera de que puedan ingresar a los campamentos en Darién. Reportes señalan que la mayoría de los ciudadanos que atraviesan el tapón son de nacionalidad venezolana, que huyeron de su país o que nuevamente se desplazan porque en la nación donde intentaron establecerse, principalmente, no consiguieron oportunidades de empleo y sufrieron explotación laboral o xenofobia.
Ahora, indicó la Pastoral, necesitan apoyar al Vicariato de Darién para que adquieran más agua y alimentos.