Miles de «riders» venezolanos en España serán asalariados de las plataformas digitales de repartidores, en lugar de trabajadores autónomos como hasta ahora, con lo que ganarán en derechos laborales, pero algunos temen perder ingresos al trabajar menos horas, lo que repercutiría en el envío de ayuda a sus familias a Venezuela.
La ministra española de Trabajo, Yolanda Díaz, presentó este jueves en rueda de prensa el acuerdo al que llegaron el gobierno, los sindicatos y la patronal para que se fije por ley la condición de asalariados de estos repartidores sobre ruedas y las plataformas digitales tendrán un plazo de tres meses para regularizar la situación antes de que la norma entre en vigor.
Hasta ahora funcionaban como trabajadores autónomos, por lo que tenían que cotizar ellos mismos y carecían de horario fijo o vacaciones como un trabajador por cuenta ajena, y muchos de ellos trabajaban de manera informal.
La precariedad de los rinders
En España hay entre 20.000 y 25.000 «riders»” y la gran mayoría son venezolanos, aunque las cifras son aproximadas por la «opacidad» de las plataformas, explicó este jueves a Efe el portavoz de la asociación Riders x Derechos, Dani Gutiérrez.
Esta asociación defiende que los repartidores sean trabajadores asalariados para poder tener un sueldo digno.
Gutiérrez señaló que como asalariados el sueldo según el convenio colectivo del sector sería de 1.800 euros brutos al mes (unos 2.150 dólares) y al precio que pagan actualmente las horas a los «riders» autónomos, estos tienen que trabajar 80 horas semanales.
Sin embargo, hay algunos que quieren seguir siendo autónomos, sobre todo entre inmigrantes, como Harold, un venezolano de 23 años de edad que emigró de Caracas a España y lleva tres años trabajando de repartidor.
«La mayoría de los repartidores somos extranjeros y necesitamos hacer dinero. Con este sistema, si quiero trabajar más horas este mes para ganar más, lo hago. Trabajando 22 días de cada 28 consigo 1.200 euros netos (1.400 dólares), y eso es más de lo que gana mi primo por ejemplo, que trabaja con contrato de camarero», declaró a Efe.
Rinder, una salida
En los últimos años cambió el perfil del repartidor: si entre 2015 y 2017 la mayoría eran españoles -muchos jóvenes universitarios que compaginaban el trabajo con sus estudios-, hoy el número de extranjeros creció de forma notable y para muchos es su principal y única fuente de ingresos.
Esta actividad está en auge impulsada por la pandemia, porque los bares y restaurantes tienen aforos limitados y hacen del envío de comida a domicilio una forma de sobrevivir, para lo que en España utilizan plataformas como Deliveroo, Glovo o Ubereats.