La plataforma de entregas a domicilio Glovo anunció este lunes que cambiará su modelo de relaciones con los trabajadores en España, basado hasta ahora en contar con repartidores autónomos, y firmará contratos laborales con ellos.
En un comunicado aseguró que toma la decisión «en el marco de su firme compromiso con España, su país de origen y principal mercado», y abrirá un diálogo con los agentes sociales para guiar el proceso de cambio de modelo.
Según el Ministerio de Trabajo español, la medida beneficiaría aproximadamente a 60.000 empleados. Una ley de 2021 prohíbe que las plataformas digitales puedan utilizar a trabajadores autónomos como repartidores.
Glovo, fundada en Barcelona en 2015 y ahora propiedad de la multinacional alemana Delivery Hero, da este paso tras estar en el foco por el uso de la figura de los autónomos, lo que ha llevado a una juez a investigar si ha vulnerado los derechos de los trabajadores. Está previsto que este martes declare como investigado el cofundador y consejero delegado, Oscar Pierre.
Según la compañía, el cambio de modelo se llevará a cabo en todas las localidades donde efectúa entregas, que superan las 900, aunque no concretó cuándo será ni tampoco cuándo se abrirá la mesa de diálogo.
Añadió que los cambios no afectarán la disponibilidad de repartidores, que seguirá siendo «en cualquier momento del día», ni en los tiempos de entrega.
Investigación judicial contra Glovo
La investigación judicial contra Glovo comenzó a partir de una denuncia de la Fiscalía de Barcelona de junio contra el responsable de la compañía por considerar que la empresa suprime los derechos de los trabajadores al contratar a falsos autónomos.
Los repartidores «se ven obligados a darse de alta como autónomos y a abonar sus propias cotizaciones (sociales) si quieren continuar prestando los servicios para la empresa», entre otros argumentos.
Es «una práctica que no autoriza la legislación laboral (española) -insiste la Fiscalía-, y que menoscaba y suprime los derechos que aquella reconoce a los trabajadores por cuenta ajena, tales como los relativos a salario, jornada, descansos, permisos, vacaciones o protección a la Seguridad Social».
La diligencias de investigación se produjeron a raíz de un informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social española, Yolanda Díaz, celebró el anuncio de Glovo. «Ninguna empresa por grande que sea, por mucho poder que tenga, ninguna gran tecnológica, puede imponerse a la democracia. Hoy ha ganado la democracia en nuestro país», enfatizó en declaraciones a la prensa en Bruselas.
«Por fin, la empresa Glovo va a regularizar a más de 60.000 repartidores», agregó, y esto supondrá «una recaudación por un importe de 267 millones de euros (280 millones de dólares) y, aparte, el costo de las sanciones».