El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció un nuevo confinamiento para Inglaterra. Es el tercero desde el mes de marzo. La decisión se toma ante el alarmante aumento de casos de covid-19, que superaron los 50.000 diarios a lo largo de la útima semana.
El confinamiento en Inglaterra llegó precedido de medidas similares en Escocia, incluido el cierre temporal de las escuelas.
El nuevo confinamiento en Inglaterra y Escocia es el más duro desde el mes de marzo, con la vuelta al mensaje de «Stay at home» («Quedarse en casa») con la única excepción de salidas al exterior para realizar las compras, con un permiso de trabajo o a hacer ejercicio, y con el cierre de todos los comercios «no esenciales».
«Tenemos que dar nuevos pasos para detener este aumento y salvar vidas», declaró Johnson en un sombrío discurso televisivo, en contraste con el tono optimista usado en su mensaje de año nuevo.
El secretario de Salud de Reino Unido, Matt Hancock, atribuyó la subida de los nuevos casos (58.874 el lunes) a la nueva cepa detectada en el sur de Inglaterra y la proveniente de Suráfrica que también se ha propagado por suelo británico.