El ministro británico de Interior, Sajid Javid, confirmó este jueves que firmó la solicitud de extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, que lo quiere juzgar por una veintena de cargos, entre ellos espionaje.
El australiano, detenido en el Reino Unido, comparecerá este viernes ante un tribunal de Londres en otra audiencia preliminar, en su lucha legal contra su entrega a Estados Unidos, que le reclama por haber conspirado para supuestamente interceptar ordenadores del Pentágono.
En mayo un gran jurado de Virginia presentó 18 nuevos cargos contra él, acusado de espionaje y de publicación de documentos altamente clasificados, lo que podría suponerle una condena de hasta 170 años, según el diario The Washington Post.
Javid se refirió este jueves al caso Assange en declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4: «Estoy muy satisfecho de que la policía finalmente lo haya capturado y que se encuentre ahora encarcelado porque ha infringido la legislación británica», dijo.
«Ayer firmé la orden de extradición y la certifiqué y será presentada ante la corte mañana», agregó el ministro, que aclaró que es el tribunal el que tiene ahora «la decisión final» sobre el futuro de Assange.
También un portavoz de la cartera de Interior británica indicó en un comunicado que Assange fue detenido «con relación a una petición de extradición provisional procedente de Estados Unidos, acusado de delitos que incluyen el mal uso de ordenadores y la desclasificación desautorizada de información relativa a la defensa nacional».
Agregó que ahora el Ministerio de Interior ha recibido «la solicitud (de Estados Unidos) completa de extradición, que ha sido certificada por el ministro de Interior (Sajid Javid)».
El 2 de mayo pasado, el australiano ya rechazó su entrega a Estados Unidos al defender su apuesta por un periodismo «que ha protegido a muchas personas».
Previamente, el día primero, otro tribunal londinense, el de Southwark, le había condenado a una pena de 50 semanas de cárcel por haber roto en 2012 las condiciones de su libertad condicional.
Assange infringió las condiciones de su libertad condicional cuando el 19 de junio de 2012 se refugió en la Embajada de Ecuador de Londres para no ser llevado a Suecia, que lo requería en relación con presuntos delitos sexuales que él siempre ha negado.
Tras extinguir todos los recursos legales en este país, acudió al anterior gobierno ecuatoriano de Rafael Correa, que le permitió refugiarse en su legación londinense durante casi siete años.
El australiano siempre ha mantenido que le daba miedo que Suecia lo entregara a Estados Unidos, donde temía por su vida.
El 11 de abril pasado Assange fue detenido por agentes británicos poco después de que el actual presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, zanjara el asilo diplomático.
Estados Unidos acusa al activista de conspiración para infiltrarse en sistemas informáticos, al acordar descifrar la clave de un ordenador del Pentágono con información clasificada.
Washington sostiene que en marzo de 2010 el australiano se coordinó con la ex soldado Chelsea Manning –por aquel entonces analista de Inteligencia del Departamento de Defensa bajo el nombre de Bradley Manning– a fin de acceder a material clasificado del gobierno.
Ese tándem posibilitó la filtración mediante WikiLeaks de más de 700.000 documentos confidenciales con información sobre los conflictos de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado norteamericano. Esa divulgación masiva de información reservada asestó un duro batacazo a la diplomacia norteamericana.