Las autoridades colombianas recuperaron este jueves los cuerpos de las tres víctimas del accidente aéreo ocurrido en una selva del sur del país hace 18 días y continúan buscando a los cuatro menores de edad desaparecidos desde el primero de mayo.
«A las 13:00 horas de hoy jueves 18 de mayo se ha procedido a la recuperación de los tres cuerpos de las personas que lamentablemente perdieron la vida en el trágico accidente del avión HK2803», detalló la Aeronáutica Civil en un comunicado.
Los restos recuperados son los del piloto Hernando Murcia Morales y los de Magdalena Mucutuy Valencia y Herman Mendoza Hernández, líder uitoto que trabajó en la Organización Nacional de los Pueblos de la Amazonía Colombiana (Opiac).
Los cuerpos, agregó la Aerocivil, fueron «trasladados al municipio de San José del Guaviare (capital departamental del Guaviare) y entregados a Medicina Legal para llevar a cabo los correspondientes procedimientos judiciales».
La Opiac lamentó la muerte de Mendoza, de quien dijo era una persona comprometida con «la vida, la cultura, la alegría, el afecto» y la «hermandad de los pueblos indígenas. Con el respeto en medio de las diferencias».
Accidente y búsqueda por cielo y tierra
El avión Cessna 206, operado por la compañía Avianline Charter’s y en el que iban siete personas, desapareció de los radares el primero de mayo.
La aeronave, que supuestamente presentó una falla en el motor cuando volaba entre Araracuara, una remota localidad en la frontera entre los departamentos de Caquetá y Amazonas, y San José del Guaviare, fue localizada el lunes en una zona rural del caserío Palma Rosa del municipio de Solano (Caquetá) con tres de sus ocupantes fallecidos.
Queda entonces por localizar a cuatro menores de edad: Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses, que los rescatistas creen que están en la selva en busca de ayuda.
En donde ocurrió el accidente es una espesa y lluviosa zona que hace más difíciles las labores de búsqueda que realizan más de 100 miembros de las fuerzas militares, junto con tres perros entrenados en búsqueda y rastreo, así como de indígenas de la región, todos apoyados por helicópteros.
Lo último que encontraron el Ejército y la Aerocivil fue «un refugio construido de manera improvisada con palos y ramas», donde hallaron unas «tijeras y unas ‘moñitas’ que usualmente emplean las mujeres para sujetar el cabello». E incluso trozos de frutas que supuestamente pudieron consumir los niños.
Antes, en otro lugar, un perro que hace parte de la búsqueda halló un biberón, que se presume utilizaron para alimentar al bebé. La avioneta se encontró de cabeza, lo que indica que la tripulación pudo intentar posarse de emergencia sobre gigantescos árboles de raíces enormes.
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