Quito, capital de Ecuador amaneció este domingo como si hubiese sido devastada por algún terremoto; con vías obstruidas, calles ennegrecidas por fogatas, avenidas cerradas y la huella de una dura protesta contra los ajustes económicos.
Tampoco hubo transporte público, ni taxis, ni servicio de Uber, según algunos ciudadanos que han salido a la calle a caminar.
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Así como conductores que tienen que rebasar los obstáculos con dificultad o encontrar vías alternas para llegar a sus destinos.
Tras una noche en la que se realizó un peculiar “cacerolazo” nocturno por la paz y se registraron altercados con policías en algunos barrios de Quito en desafío al toque de queda aplicado por el gobierno, existe la posibilidad de que la huelga indígena que hoy cumple 11 días termine con el diálogo aceptado por las partes.
Según el servicio de información municipal, había al menos 40 puntos de cierre de avenidas a primeras horas de la mañana en la ciudad.
Aunque en las calles del casco histórico, que ha sido el epicentro de las protestas desde el pasado 3 de octubre, colgaron el cartel de “habilitadas”.
El cierre parcial de calles se ha registrado en las zonas norte y sur de la ciudad, así como en algunos valles aledaños ubicados en el este de la capital, según las fuentes municipales.
La información sobre la situación vial en varias regiones del país también advierte sobre el cierre de carreteras como la Alóag-Santo Domingo, que une a la capital con la zona costera.
Asimismo, carreteras como la Guayllabamba-Cayambe, Calacali-La Independencia y varias que se dirigen a la región amazónica.
Allanan vivienda de ex alcaldesa
La Fiscalía del Estado informó que esta mañana allanó la vivienda de Alexandra A., una ex alcaldesa de la ciudad costera de Durán, con fines de investigación por las protestas violentas de los últimos días.
Se incautaron computadoras y celulares “en busca de presuntos mensajes relacionados con el paro nacional”.
Ayer sábado las protestas tuvieron su punto más fuerte con una violenta jornada que empezó con duros enfrentamientos en el centro de la capital y concluyó con un “cacerolazo” nocturno.
“¡Paz, paz!”
Miles de ecuatorianos pidieron que haya paz con el ruido de sus ollas y también criticaron los episodios de violencia y vandalismo.
Al principio fueron unos pocos quiteños los que se animaron a secundar la convocatoria que había circulado horas antes por las redes sociales.
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Pero poco después se unieron más ciudadanos en esta particular manifestación pacífica para reclamar la vuelta a la normalidad.
«¡Paz, paz!», gritaban para remarcar la finalidad de los repetidos golpes de cacerolas desde sus balcones y terrazas.
Algunos grupos de ciudadanos, al desafiar el toque de queda, improvisaron pequeñas concentraciones por la paz en algunos sitios de la ciudad. Aunque no se han reportado incidentes.
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Diálogo
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador que lidera la protesta, aceptó ir a un diálogo con el presidente Lenín Moreno.
El toque de queda fue decretado por Moreno a partir de las 15:00 hora local (20.00 GMT).
Sirvió para debilitar los desmanes y para que se recuperara un poco el orden en la ciudad.
Las protestas comenzaron el 3 de octubre contra las medidas de austeridad económicas adoptadas por el gobierno, especialmente la eliminación de los subsidios a los combustibles, como parte de las condiciones puestas por el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones para obtener un crédito de 10.000 millones de dólares.
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