El asesinato del venezolano Rubén Matamoros Delgado y del peruano Jafet Torrico Jarasu, el lunes pasado en un hotel en San Martín de Porres, ha dejado hasta la fecha tres detenidos en Perú.
Se trata de Alexander Salazar Álvarez, Verónica Andreína Montoya Araujo, ambos de 25 años de edad, y Abraham Alberto Perozo Borjas, de 28 años de edad, todos de nacionalidad venezolana.
La información que se tiene hasta ahora es que los asesinatos cometidos en la habitación 507 del hotel tendrían relación con la venta de drogas.
Alexander Salazar Álvarez
El primer detenido en Perú relacionado con el caso fue Alexander Salazar, quien trabajaba de 9:00 pm a 9:00 am en el hotel Señor del Sipán.
El 9 de septiembre laboraba como recepcionista y de acuerdo con las investigaciones habría manipulado la cámara de seguridad para que no se registrara el momento cuando los asesinos retiraron los paquetes que contenían las partes cercenadas de las víctimas.
La Superintendencia Nacional de Migraciones indicó que Salazar, que actualmente cumple detención preliminar, entró por control migratorio y habría iniciado su trámite de Permiso Temporal de Permanencia, pero no lo concluyó.
En un reportaje emitido hace algunos días por el programa periodístico Panorama, se informó que Salazar habría pedido mantenerse recluido en la carceleta de Perú por temor a que lo mataran.
Verónica Andreína Montoya Araujo
Las investigaciones de la policía y de la Fiscalía indican que Montoya huyó de Venezuela luego de que mató a una persona. Su detención ocurrió el 14 de septiembre. A la fecha se investiga su participación en este doble crimen y en las mafias de la prostitución clandestina en Lima norte.
Vale precisar que la joven está en prisión preventiva, con fines de extradición a Venezuela por homicidio.
Abraham Alberto Perozo Borjas
Agentes de la Policía Nacional detuvieron este martes a Abraham Perozo.
La captura se concretó en Tumbes cuando al parecer el hombre intentaba salir del país por la frontera con Ecuador. Perozo vivía en Perú desde hace cinco meses.
El hombre está presuntamente implicado en el asesinato y descuartizamiento de Matamoros y Torrico.
En un video difundido por la prensa se muestra a Perozo confesando que le quitaron la vida a Matamoros porque no habría entregado el dinero recaudado por la venta de droga. Le dieron 50 paquetes de 10 soles. Luego manifestó que a la víctima peruana la mataron porque era amiga del venezolano.
También indicó que un individuo conocido como Marcelo lo contrató para bajar las bolsas que contenían los restos de ambas víctimas. El extranjero fue traído a Lima desde Tumbes para ser investigado por su presunta participación en el doble crimen.
El taxista
Los autores del crimen también contrataron a Raúl Felipe Bodero Cerna, quien se presentó el sábado ante la policía en calidad de testigo. Bodero, junto con los agentes y fiscales, recreó el recorrido que hizo la noche de los homicidios.
La diligencia de reconstrucción de la ruta del taxista se realizó desde el viernes a las 11:00 pm hasta el sábado a las 2:00 am. Bodero estuvo acompañado por su abogada, y luego de la diligencia, en su calidad de testigo, se dirigieron hacia la comisaría de San Martín de Porres para continuar con las pesquisas correspondientes.
La abogada afirmó que los autores del crimen engañaron al taxista. Además, sostuvo que su defendido dejó todos los paquetes en un solo punto de la ciudad y no en distintos lugares.
A la fecha no existe ninguna medida de detención contra el taxista, pues el Poder Judicial desestimó un pedido del Ministerio Público para arrestarlo preliminarmente como cómplice del homicidio.
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