En el hipotético y poco probable caso de que Donald Trump fuera destituido por el juicio político que le sigue el Congreso de Estados Unidos, hay claridad sobre quién lo sustituiría. El vicepresidente Mike Pence tendría que asumir la jefatura del Estado hasta el término del mandato del presidente, que expira en enero de 2021.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este viernes los cargos contra el presidente Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, con lo que el proceso queda listo para ser sometido a votación en esa cámara, de mayoría demócrata, donde previsiblemente se dará luz verde a un juicio político contra el mandatario en el Senado.
En septiembre, los demócratas anunciaron la apertura de una investigación de juicio político a Trump, después de que un informante reveló a los servicios de Inteligencia el contenido de una llamada entre el presidente y su homólogo de Ucrania, Vladimir Zelenski, en julio.
En ese contacto el estadounidense habría pedido al ucraniano que iniciara pesquisas contra su rival político y ex vicepresidente, el demócrata Joe Biden, y su hijo Hunter, por presunta corrupción en el país europeo.
A lo largo de las audiencias de testigos, tanto a puerta cerrada como en público, ante varios comités de la Cámara Baja, los legisladores han escuchado detalles sobre cómo Trump condicionó ayuda militar y una visita de Zelenski a la Casa Blanca al inicio de esa investigación a los Biden.
El caso de Trump llega al pleno de la Cámara Baja
Tras el visto bueno del Comité Judicial de la Cámara Baja, el caso queda ya listo para ser sometido a una votación en el pleno.
Allí se espera que, gracias a la mayoría demócrata que ocupa 235 escaños frente a los 198 en manos de los republicanos, salga adelante el voto a favor de imputar políticamente a Trump.
Esta votación no tiene todavía fecha, aunque se espera que se produzca antes de que termine 2019 y muy posiblemente sea la próxima semana.
El juicio político en el Senado
Después de su aprobación en la Cámara de Representantes, el proceso pasará al Senado, donde es posible que en enero tenga lugar el juicio político propiamente dicho.
Tal como establece la Constitución, durante el juicio político el vicepresidente, Mike Pence, delegará su cargo de presidente del Senado en el presidente del Tribunal Supremo John Roberts.
Durante el proceso, los senadores actúan como jurado y tienen que decidir si Trump es «condenado» o «absuelto».
Para destituir a Trump es necesario que dos terceras partes de los senadores voten a favor de condenarlo, lo que se antoja poco probable en una cámara donde los republicanos tienen la mayoría con 53 legisladores, frente a 45 demócratas y 2 independientes.
Existe además la opción de que los miembros del Senado envíen, antes de la conclusión del juicio político, una moción para desestimar los cargos contra el presidente, que tendría que aprobarse con mayoría simple.
¿Podría no darse el juicio?
Cabe la posibilidad de que el líder de la mayoría en el Senado, el republicano Mitch McConnell, bloquee el proceso y se niegue a celebrar un juicio político en la cámara. En 2016 ya rechazó acoger las vistas para confirmar un nominado a ocupar un puesto en el Supremo.
Sin embargo, esto no parece plausible, pues él mismo ha afirmado en diversas ocasiones que no lo hará: «Bajo las reglas del juicio político en el Senado, trataremos este asunto«, adelantó en octubre.