A sus 67 años de edad, Susan Summerall Wiles lleva más de cuatro décadas tejiendo en la sombra el hilo del que están hechos algunos de los mayores éxitos recientes del Partido Republicano, pero su perfil de anónima estratega cambia radicalmente después de que este jueves Donald Trump la haya nombrado jefa de gabinete.
Susie Wiles, como se le conoce más habitualmente, se convierte así en la primera mujer jefa de gabinete en la Casa Blanca -uno de los cargos más importantes de la Administración estadounidense- y supone el primer nombramiento oficial tras la victoria del magnate en las presidenciales de Estados Unidos.
Presente en escasas fotos institucionales, con apenas varias decenas de miles de seguidores en redes hasta hoy, de voz suave y autodefinida como «moderada», Wiles ha dirigido campañas para presidentes, alcaldes, gobernadores y congresistas con muchos más triunfos que derrotas.
Gran parte del éxito de Trump en los comicios presidenciales de 2016 y nuevamente este año, así como el devenir de otros políticos, como Rick Scott o Ron DeSantis en su momento, son producto de su capacidad para desenvolverse entre grupos de presión, abogados o periodistas.
«Susie Wiles es dura, inteligente, innovadora y es universalmente admirada y respetada», dijo hoy Trump en un comunicado sobre su directora de campaña, que ha hecho gran parte de su carrera en Florida.
El ya 47 presidente de Estados Unidos sacaba pecho así de la gestión de una consultora política que, según coinciden analistas políticos, ha conseguido mantener a flote la imagen de Trump incluso después de su derrota de 2020, del asalto al Capitolio en 2021 y de sus diversos varapalos judiciales.
Susie Wiles, hija de un famoso jugador de fútbol americano
Criada en una casa con tres hermanos y ella como única hija, fue testigo de cómo su madre, Katharine Jacobs, luchaba con su padre, el popular jugador de fútbol americano Pat Sumerall, para que éste superara sus problemas de alcoholismo.
Sin embargo, este jugador de los New York Giants, que consiguió que un médico le curara su pie zambo y hacer carrera como pateador, no logró dejar sus adicciones y sus vínculos familiares se desmoronaban mientras llevaba una vida paralela con una amante durante 17 años.
Cuando Susie Wiles tenía 38, sus padres se divorciaron y Summerall se fue ligando poco a poco al mundo del entretenimiento hasta consagrase como una de las voces más destacadas de las retransmisiones deportivas en Estados Unidos gracias a su tono melifluo que acompañaba desde torneos de golf al Abierto de Estados Unidos de tenis.
«Mis hijos crecieron sin mí, les fallé como padre», aseguró Summerall en sus memorias, años antes de que en 2013 falleciera.
Pero esa ausencia y falta de referente paterno lejos de hundir a Wiles reforzaron su carisma y habilidad para afrontar problemas: «Como todos los niños, somos producto de alguna manera de cómo fuimos criados, a veces bien y a veces mal», reconoció en una entrevista con el medio POLITICO este año.
Veterana de la política en Florida
Wiles se crió y se formó en Nueva Jersey. Con 22 años fue contratada como asistenta de Jack Kemp, excompañero de equipo de su padre en los Giants y congresista republicano por Nueva York, y un año después, en 1980, se unió como miembro del equipo de Ronald Reagan para su campaña presidencial.
Desde los noventa, su trayectoria política pasa por Florida, donde se mudó para ejercer como directora de distrito de la congresista Tillie Fowler, después de haberse casado con Lanny Wiles, hombre de confianza de Reagan, con quien tuvo dos hijas y acabó divorciándose en 2017.
También fue directora de comunicaciones y asuntos intergubernamentales de los exalcaldes de Jacksonville John Delaney y John Peyton en una larga carrera en el estado de Florida donde, entre otros logros, también consiguió aupar a Ron DeSantis a ganar las elecciones a gobernador en 2018.
Su predecesor, Rick Scott, que desde 2019 se desempeña como senador, basó -como Trump- parte de su éxito político en los consejos de Susie Wiles. Hasta el punto de que cuando se le preguntó por qué no se reunía con los consejos editoriales de la prensa estatal durante su campaña como gobernador, respondió: «Tendré que preguntarle a Susie».