Ha sido la gran sorpresa de las elecciones presidenciales peruanas. Llegó a votar el domingo a caballo y siempre lleva un sombrero de paja de ala ancha y un lápiz. Pedro Castillo irrumpió en la escena política peruana, logrando la mayor cantidad de votos en la primera vuelta de las presidenciales (19,1% con más de 95% de las actas escrutadas) y, de paso, desconcertando a gran parte de la élite del país sudamericano.
Nacido en Cajamarca, en la sierra norte de Perú, el candidato de 51 años se postula por Perú Libre, que se define como un partido de izquierda marxista.
Su estilo es muy diferente al de otros candidatos y a la que se presenta como su rival en la segunda ronda en junio, Keiko Fujimori, quien logra de momento un 13,33% de apoyos.
Es exrondero (miembro de las rondas campesinas, unas organizaciones comunales de defensa), profesor de enseñanza primaria desde 1995 —con un magíster en Psicología Educativa—, y un importante líder magisterial.
Suele trasladarse montado arriba de un caballo y tiene su base de apoyo en las zonas rurales peruanas.
A pesar de que hasta hace poco era relativamente desconocido en Lima —y de tener solo 3.000 seguidores en Twitter—Castillo logró lo inesperado: conquistar a parte del pueblo peruano y consolidar su liderazgo de cara a la segunda vuelta presidencial.
¿Cómo llegó a ser candidato?
Castillo adquirió notoriedad en 2017 al dirigir una huelga de profesores en varias regiones del país que se extendió por 75 días. Los manifestantes exigían, entre otras cosas, un aumento de sueldos para los maestros peruanos.
Tres años después, en 2020, anunció su candidatura presidencial representando a Perú Libre luego de que el líder de ese partido, Vladimir Cerrón, fuera inhabilitado y condenado a tres años y nueve meses de prisión suspendida por negociación incompatible y aprovechamiento del cargo cuando era gobernador de Junín.
Castillo ha dicho que la condena contra Cerrón forma parte de una campaña de «la corrupción» del Estado, en lo que califica «persecución política».
La candidatura de Castillo creció sobre todo en las dos semanas previas a las elecciones.
«Hay muchagente que ha subestimado a Pedro Castillo, inclusive en el partido, en la izquierda criolla y los partidos de derecha», dijo Cerrón al diario peruano El Comercio.
Y es que el aumento en el apoyo a Castillo sorprendió a muchos expertos y analistas electorales peruanos.
«El establishment mediático, encerrado en Twitter, se dio cuenta de que hay redes sociales reales por donde realmente pasa el mundo», le dice a BBC Mundo Carlos Meléndez, académico de la Universidad Diego Portales e investigador peruano.
¿Quiénes lo apoyan?
Una de las frases que ha acompañado la campaña presidencial de Castillo es: «¡Nunca más un pobre en un país rico!».
De acuerdo con Meléndez, la base principal de apoyo de Castillo está justamente allí, en el pueblo rural y del interior del país.
«Lima y la costa norte es pro establishment y vota por Keiko Fujimori. Y el resto del país, el mundo andino, vota por Castillo», resume.
El candidato tiene clara su preferencia dentro del pueblo rural y se dirige a ellos cada vez que hace un discurso.
El domingo, cuando los resultados de las elecciones comenzaron a aparecer.
«Quisiera saludar a los pueblos más olvidados de mi patria, saludar a los hombres y mujeres que están en el último rincón del país», afirmó en la plaza de armas de Tacabamba.
«Hoy al pueblo peruano se le acaba de quitar la venda de los ojos… Han tenido tiempo suficiente, décadas, pero, ¡cómo dejan al país! Llegas a Lima Metropolitana, a las grandes ciudades y encuentras los lugares con opulencia que no miran más allá de su nariz», agregó.
¿Cuáles son sus propuestas?
El candidato de izquierda propone una serie de reformas estructurales que implican, entre otras cosas, un cambio total al modelo económico peruano.
Para ello, Castillo ha impulsado la idea de crear una nueva Constitución Política a través de una asamblea constituyente que le de al Estado un papel activo como regulador del mercado.
De esta forma, se podría implementar el modelo de la «economía popular con mercados», propuesta por Perú Libre.
Entre otras cosas, este sistema busca la nacionalización de sectores estratégicos tales como el minero, gasífero y petrolero. Aunque no está en contra de la actividad privada, dice que siempre debe traducirse en «beneficio de la mayoría de los peruanos».
Castillo también ha planteado aumentar fuertemente el presupuesto para la agricultura y la educación, ha criticado el actual sistema de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) -proponiendo el fortalecimiento del Sistema Nacional de Pensiones- y ha dicho que se deben reformular los tratados internacionales de Perú para dejar de ser un «país sometido» a Estados Unidos.
«Castillo nace de una cuna maoísta, que cree que la revolución debe hacerse del campo a la ciudad. Tiene un antecedente de sindicalismo rural, que viene del magisterio y de las rondas campesinas, que le permiten asentarse en dos tejidos sociales permanentemente activos», explica Meléndez.
Además, Castillo ha propuesto «desactivar» el Tribunal Constitucional de ese país y dotarlo de nuevos representantes elegidos por la ciudadanía.
«Esto es muy importante pues está planteando un mecanismo de democracia directa para desbancar el equilibrio de poderes y órganos de control», explica el académico peruano.
Y Castillo es conservador en lo social.
«Es revolucionario respecto a la economía pero socialmente muy conservador. El movimiento MeToo, por ejemplo, no pasa por esta izquierda», explica Meléndez.
El candidato, de hecho, se ha mostrado en contra de políticas sociales como el aborto o el matrimonio homosexual, y es conservador en asuntos como la lucha contra la inseguridad, apoyando la mano dura en términos de orden público.
¿El Evo Morales peruano?
Luego de que se hiciera público el triunfo de Castillo en la primera vuelta presidencial, el expresidente de Bolivia Evo Morales señaló en referencia a la jornada electoral del domingo en Ecuador y Perú: «Perdimos en Ecuador, pero ganamos en el Perú».
Morales agregó que existe una relación entre las propuestas de este candidato peruano y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
«Él (Pedro Castillo) dijo: me voy a rebajar sueldo y salario, lo que hicimos en Bolivia. Segundo: voy a garantizar asamblea constituyente para refundar el Perú, nuestra política. Tercero: voy nacionalizar minería e hidrocarburos, esa es nuestra política», aseveró el exmandatario boliviano.
Para Meléndez, Castillo «es la misma especie política de Evo Morales».
«Es del mismo linaje pero con los matices de la vida política en el Perú. Si gana, va a tratar de ir por ese mismo camino (…) El modelo del MAS es el que ha ganado en el Perú», agrega.
Ahora, ¿qué posibilidades tiene este líder sindical de ganar la elección presidencial peruana?
Según Meléndez, si la elección fuera en los próximos días, tiene una amplia ventaja pues llegó con un impulso muy fuerte a la primera vuelta.
Sin embargo, aún queda mucho tiempo para el balotaje el 6 de junio.
«Así que todavía queda mucho pan por rebanar», concluye el politólogo peruano.