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¿Qués es el Año Santo que el Papa abrirá el 24 de diciembre?

por Avatar AFP

El papa Francisco oficializó el jueves las fechas del Jubileo Ordinario de 2025, un «Año Santo» durante el que se espera que lleguen a Roma 32 millones de peregrinos del mundo entero.

En una «bula» (un documento papal oficial) publicado el  jueves, el Papa anunció que el jubileo se iniciará el 24 de diciembre con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, y finalizará el 6 de enero de 2026.

Los 32 millones de peregrinos se sumarán a los millones de turistas que visitan la capital italiana, cuyo sistema de transporte público es regularmente criticado.

Para el evento se están realizando obras alrededor del Vaticano, destinadas a mejorar el tránsito.

En la «bula» presentada el jueves en la basílica de San Pedro, el pontífice marcó el rumbo de este jubileo, que tiene como tema la «esperanza».

El papa llamó a «las naciones más ricas» a «condonar las deuda de los países que nunca podrán saldarlas».

«Si verdaderamente queremos preparar en el mundo el camino de la paz, esforcémonos por remediar las causas que originan las injusticias, cancelemos las deudas injustas e insolutas y saciemos a los hambrientos», escribe.

Los jubileos «ordinarios», importante evento para la Iglesia católica pensado como un tiempo de conversión y de penitencia para los fieles, se celebran cada 25 años. El último, presidido por Juan Pablo II en el año 2000, recibió a 24,5 millones de peregrinos en el Vaticano.

A este evento se suman jubileos «extraordinarios», convocados por una razón especial: el último tuvo lugar en 2016, con motivo del 50 aniversario del final del Concilio Vaticano II, que abogaba por una Iglesia más abierta y misericordiosa.

En esta ocasión, la indulgencia plenaria -el perdón de los pecados- se concede bajo determinadas condiciones: confesión, comunión, buenas obras o limosnas.

El papa Bonifacio VIII fue quien instauró en 1300 esta tradición en Roma y previó un jubileo cada siglo. A partir de 1475, con el objetivo de permitir a cada generación vivir al menos un «año santo», se estableció el ritmo de cada 25 años.