Luego de 17 meses como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, presentó su renuncia este martes. El diplomático fue uno de los arquitectos de la política del presidente Donald Trump hacia Venezuela.
Allí, promovió un fuerte mensaje contra el gobierno en disputa de Nicolás Maduro y vinculándolo con otras naciones de la región como Cuba y Nicaragua.
«Trajo un enfoque mucho más agresivo respecto a Venezuela», dijo a la Voz de América Fernando Cutz, ex asesor del predecesor de Bolton en Seguridad Nacional, el general H.R. McMaster.
“Estaba tratando de usar la fuerza militar o de hacerla una parte esencial de la estrategia”, añadió Cutz.
Durante todo el tiempo que se mantuvo Bolton en la cabeza, Estados Unidos endureció las sanciones contra Venezuela. Hasta el punto de llegar a congelar todos los activos del gobierno en disputa en el país.
También se dieron fuertes estocadas al financiamiento de Maduro al prohibir las transacciones relacionadas con el comercio de oro y, sobre todo, sancionando a Pdvsa.
¿Una buena noticia?
Según algunos expertos, la salida de John Bolton es una «buena noticia» para la opción de una salida pacífica de la crisis en Venezuela.
A pesar de dar su apoyo al gobierno interino de Venezuela, Bolton ha sido públicamente crítico de los diálogos que la delegación de Juan Guaidó y la de Maduro han tenido bajo el auspicio de Noruega.
“Estaba dispuesto a socavar por completo a la oposición en Caracas”, dijo a la VOA Geoff Ramsey, director del programa para Venezuela de la ONG Oficina de Washington para Latinoamérica.
Todavía no se sabe quién será el reemplazo de Bolton. Aunque Trump, anunció que nombrará a un nuevo asesor de Seguridad Nacional.
“En últimas, esto será beneficioso para todo el mundo”, dijo Cutz.
“Imagino que tendremos una estrategia más moderada hacia Venezuela, que esté más en línea con la visión del presidente de diálogo y diplomacia», agregó.