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¿Qué opinan sobre Cuba, Venezuela y Centroamérica los candidatos a la OEA?

por Avatar EFE

Diálogo, pragmatismo y discreción. Esa es la clave por la que apuestan dos candidatos que aspiran a ocupar la Secretaría General de la OEA, luego de las eleciones a celebrarse el 20 de marzo.

EFE entregó un cuestionario a los tres aspirantes a la Secretaría General: el actual titular, el uruguayo Luis Almagro; la ex presidente de la Asamblea General de la ONU, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, y el embajador de Perú en Estados Unidos, Hugo de Zela.

A continuación, se detallan las respuestas de los dos últimos. Almagro no ha respondido y su equipo no ha explicado las razones de su decisión.

¿Qué papel debe tener la OEA en la crisis venezolana?

Espinosa: La Secretaría General ha perdido legitimidad para encontrar una salida a esta crisis política. Debemos retomar el camino del diálogo y la solución pacífica de los conflictos (…). Un secretario general que polariza y atiza la controversia es más parte del problema que un factor de colaboración y entendimiento para llevar a las partes a encontrar una salida a la crisis.

Una posible mediación entre los actores políticos venezolanos pasa necesariamente por la voluntad y decisión de los Estados de hacerlo. Yo siempre estaré dispuesta a servir de puente para el diálogo y la reconciliación. Hay un acuerdo casi unánime en el hemisferio de que solo una salida política y pacífica en Venezuela puede ser efectiva y duradera. Hay que atender esta crisis con seriedad, pragmatismo y fuera de los reflectores.

De Zela: El papel de la OEA es aquel que le otorga la Carta de la Organización y la Carta Democrática Interamericana. Documentos que establecen, además, los principios y condiciones que definen a una democracia. Es evidente que en Venezuela estas condiciones no se cumplen y es urgente remediarlo. Pero el método para hacerlo es la aproximación y el diálogo efectivo. Que genere resultados a partir de una posición de pleno respeto de los principios democráticos y el derecho internacional. La solución debe ser conducida por los propios venezolanos y sin el uso de la fuerza. La OEA debe acompañar y respaldar este proceso.

¿Cuál debe ser la relación de la OEA con Cuba?

Espinosa: La relación debe ser igual que con cualquier otro país que no es miembro de la organización, de acuerdo al principio establecido en el artículo 3 de la Carta que establece el respeto a la personalidad, soberanía e independencia de los Estados. A pesar de la decisión de la Asamblea General de 2009, invitando a Cuba a reincorporarse en la OEA luego de su separación en 1962, este país decidió no reingresar a la organización.

De Zela: Esta relación está definida por las decisiones de la Asamblea General de la Organización. En 2009 dejó sin efecto la exclusión de Cuba producida en 1962. Cuba tiene las puertas abiertas para volver a la OEA. Pero si desea ser un miembro activo, debe cumplir con lo que se define en la Carta de la Organización y la Carta Democrática Interamericana. Esto mismo se aplica a todos los Estados miembros, sin excepción.

¿Qué iniciativas tomaría para ayudar a los migrantes de Centroamérica?

Espinosa: El fenómeno migratorio debe ser encarado desde un enfoque preventivo y atendiendo las causas estructurales que motivan la migración como las desigualdades, la pobreza y la inseguridad. Las iniciativas regionales y binacionales en estos temas deben encontrar en la OEA un paraguas institucional que apoye, potencie y brinde un mayor alcance e impacto en sus objetivos y metas.

Entre otras acciones estratégicas, desarrollaré una iniciativa especial de atención a mujeres y niñas, niños y personas en situación de mayor vulnerabilidad, como personas con discapacidad y de adultos mayores, para garantizar su atención y protección especial.

De Zela: La respuesta debe ser integral. Según datos de la OEA y Acnur, de países centroamericanos hay casi 400.000 refugiados y solicitantes de asilo en el mundo. Se trata de flujos migratorios mixtos que involucran temas complejos y transversales a todos los pilares de la organización. Debemos fortalecer iniciativas exitosas como el Programa Integrado de Migraciones y el Marco Integral Regional de Protección y Soluciones. Sin embargo, es preocupante lo que ocurre con uno de los principales aportes de la OEA en esta materia, el Sicremi, cuyo objetivo es sistematizar datos precisos y confiables sobre migración internacional en la región. La iniciativa se encuentra paralizada por falta de financiamiento.

¿Cómo está financiando su campaña? ¿Cuánto dinero ha gastado?

Espinosa: En primer lugar, hay que tener claridad de lo que significa una campaña de esta naturaleza en términos de costos. El recurso más importante es el recurso humano. Los embajadores ante la OEA y los equipos de las misiones de Antigua y Barbuda y de San Vicente y las Granadinas constituyen el principal soporte de mi candidatura. Además, tengo un equipo de jóvenes voluntarios de apoyo integrado por cinco personas que colaboran desde Ecuador, y cuatro personas más que aportan su tiempo libre. Es un maravilloso equipo caribeño, ecuatoriano e internacional, que prepara informes, hace análisis, traduce, apoya en el manejo de mis redes sociales y asegura la comunicación en español e inglés.

Lo único que representa un costo financiero directo son los viajes que he tenido que realizar como candidata. Para ello he hecho uso de nuestros ahorros familiares y adicionalmente, en algunos casos, los países promotores o los países que visito ofrecen atenciones que son naturales en este tipo de campañas (transporte, hospedaje, etc).

De Zela: Mi candidatura ha sido presentada por el gobierno de Perú, que viene proveyendo el financiamiento necesario para la campaña a través de la Cancillería. El manejo de estos recursos es totalmente transparente y puede ser consultado por cualquier ciudadano a través de los canales pertinentes. El financiamiento se ha concentrado en la realización de visitas a países miembros para plantear los objetivos principales de la candidatura en reuniones con altas autoridades de dichos Estados.