Ron DeSantis, gobernador de Florida y aspirante a candidato republicano en las presidenciales de Estados Unidos en 2024, pierde fuelle frente al expresidente Donald Trump.
DeSantis, una figura que ha demostrado ser capaz de arrastrar a grandes masas de votantes republicanos, en parte gracias a sus batallas ideológicas en Florida de las que siempre ha salido victorioso, parecía el único nombre con opciones de apartar Trump de la carrera presidencial en el Partido Republicano.
Sin embargo, las últimas encuestas han dejado de serle favorables y su campaña se ha encontrado con problemas financieros debido a las dudas de sus donantes.
La candidatura de DeSantis habría gastado ya gran parte de sus fondos en sueldos pagados a su amplísimo equipo de campaña formado por más de 90 miembros.
Los problemas financieros le habrían llevado a despedir a 12 trabajadores de su campaña, mientras que otros han abandonado voluntariamente.
Por el contrario, informó The Times, Donald Trump cuenta con un apoyo entre las bases republicanas que si sitúa entre el 48 % y el 52 % de los republicanos.
El gobernador de Florida se ha visto superado por el empresario Vivek Ramaswamy, por el momento único candidato capaz de competir con Trump tras la caída de DeSantis.
Ramaswamy, procedente del Estado de Ohio, hijo de inmigrantes indios, licenciado en biología en la Universidad de Harvard y emprendedor de éxito en el sector de la industria de la biotecnología, se está ganando a los simpatizantes de DeSantis gracias a su mensaje anti woke.
Un mensaje que, como apunta The Times, ha adaptado para ir más allá y apuntar a dos de los grandes enemigos a batir por los republicanos: el FBI y la ONU.
Ramaswamy ha dirigido en numerosas ocasiones sus dardos contra la agencia de inteligencia y contra la organización internacional y se ha mostrado partidario de retirarles la financiación.
Pero hay otro elemento que ha diferenciado la campaña de Ramaswamy de la de DeSantis: se ha negado a atacar a Donald Trump, lo que le ha evitado el desgaste de los partidarios del magnate.
Con 65.000 donantes, Ramaswamy se alza como un serio candidato, por delante del exvicepresidente Mike Pence y, como poco, en igualdad de condiciones que DeSantis, candidato con tendencia a la baja.
Financial Times, por su parte, apunta a que el exceso de vehemencia mostrado por DeSantis en sus batallas culturales contra la ideología woke, en particular en su batalla frente a la compañía Disney, habría espantado a algunos de sus principales donantes.
¿El problema? Su perfil se ha ido apartando cada vez más del conservadurismo con cabeza que lo diferenciaba de Donald Trump para acercarse a posiciones similares a las del expresidente, lo que en la práctica hace que ambas candidaturas casi no se diferencien.
¿Qué pasa con Ron DeSantis?
El último patinazo de DeSantis ha sido la introducción de modificaciones en los planes de estudios en el Estado de Florida que afectan en la forma en que se enseña la historia de la esclavitud. Los críticos con DeSantis le acusan de promover una enseñanza condescendiente con la esclavitud.
El gobernador no solo no trató de defender el plan de estudios, sino que negó conocer la redacción de los materiales de enseñanza y responsabilizó a los académicos que participaron en su elaboración.
Mientras tanto, la carrera republicana continúa. Además de Donald Trump, Ron DeSantis y Vivek Ramaswamy, informa Politico, han cumplido los requisitos mínimos del Comité Nacional Republicano de recaudación de fondos (con 40.000 donantes como mínimo) y respaldo de las bases demostrado mediante encuestas, Nikki Haley, Chris Christie y Tim Scott.
Ahora queda por saber quiénes se presentarán al primer debate de primarias del 23 de agosto en Milwaukee, Estado de Wisconsin. Todas las apuestas apuntan a que Donald Trump no lo hará, pues sus asesores le recomiendan no arriesgarse.
¿Lo hará Ron DeSantis? Tal vez esa sea su última oportunidad para volver a subirse al tren de la carrera republicana y recuperar el terreno perdido.