A diferencia de lo que ocurre tradicionalmente, el presidente saliente de Estados Unidos Donald Trump decidió no participar de la ceremonia de asunción de los demócratas Joe Biden y Kamala Harris, quienes este miércoles fueron proclamados presidente y vicepresidenta respectivamente.
En un principio parecería que la decisión únicamente rompía con los protocolos, sin embargo implica una complicación mayor: buscar otra forma de entregar la «valija nuclear».
Tradición
La «valija nuclear» (también conocida como «balón nuclear) es, precisamente, una valija que contiene el equipo que usa el presidente para autenticar sus órdenes y lanzar, en caso de así decidirlo, un ataque nuclear, informó la cadena CNN.
Esta maleta es trasladada por uno de los asistentes militares más cercanos al mandatario y al momento del cambio de gobierno se la entrega en mano al asistente que acompañará a su vez al nuevo presidente.
Esta es una tradición que se inició con el presidente John F. Kennedy y que sigue vigente hasta el momento. El problema en esta oportunidad radica en que el militar debe seguir al mandatario en todo momento hasta dejar el cargo.
Debido a que Trump partió de la Casa Blanca hacia Florida bien temprano en la mañana, este intercambio de la «valija nuclear» tuvo que realizarse de manera diferente.
Nuevo proceso
Stephen Schwartz, miembro senior no residente del Boletín de científicos atómicos, indicó a CNN que existen salvaguardas para garantizar una transición fluida del control nuclear de un presidente a otro, sin importar que alguno decida no seguir las tradiciones.
«Hay al menos tres o cuatro ‘valijas nucleares’ idénticas: una sigue al presidente, otra al vicepresidente y una tradicionalmente se reserva para el sobreviviente designado en eventos como tomas de posesión y discursos del Estado de la Unión», explicó Schwartz.
El experto consideró que el Pentágono podría utilizar uno de estos maletines -o preparar uno nuevo- para entregarlo a Biden y activarlo en el momento en que tome posesión. En ese momento, expira la autoridad de mando y control nuclear de Trump, por lo que su tarjeta que le da paso a los códigos nucleares sería desactivada.
En diciembre, la jefa de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que habló con un jefe militar para asegurarse de que Trump no use códigos nucleares.
«Esta mañana hablé con el presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, para analizar las precauciones disponibles para evitar que un presidente inestable inicie hostilidades militares o acceda a los códigos de lanzamiento y ordene un ataque nuclear», dijo Pelosi en un texto a sus colegas la líder de los demócratas en el Congreso.