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Andrew CABALLERO-REYNOLDS / AFP

El presidente Joe Biden intenta recuperarse este viernes del debate contra el republicano Donald Trump que provocó pánico entre los demócratas e incluso cuchicheos sobre si deben mantener la candidatura del octogenario para un segundo mandato.

El veredicto ha sido unánime y condenatorio. Fue un «desastre político» que causó «consternación» dentro de las filas del partido cuando faltan poco más de cuatro meses para las elecciones, reseñó AFP.

El debate fue organizado por la cadena de televisión CNN en sus estudios en Atlanta, Georgia, estuvo moderado por los periodistas Dana Bash y Jake Tapper, se realizó sin público, y los micrófonos de los candidatos se apagó cuando hablaba el oponente para evitar interrupciones.

Biden, el candidato presidencial más viejo

Biden, de 81 años de edad, es el candidato presidencial más viejo de la historia. Pero la edad ha sido un lastre mucho más pesado para el actual mandatario, que arrastra desde hace meses dudas sobre su fortaleza y su salud mental para encarar cuatro años más en la Casa Blanca.

Biden llegó al debate con el desafío de mostrar agudeza, reflejos, cintura política, y, sobre todo, vigor para sostener un duelo de una hora y media con Trump. Sin embargo, su discurso fue vacilante.

En varias ocasiones se trabó y pareció perder el hilo. Como consecuencia algunos demócratas se plantean entre bastidores si él debería seguir siendo el candidato del partido, que tiene hasta agosto para decidir.

A lo largo de 90 minutos Biden intentó a duras penas contrarrestar el estilo grandilocuente de Trump, quien se mostró enérgico y contundente pese a que buena parte de sus declaraciones sobre temas claves como la economía y la migración eran falsas y engañosas. Los moderadores de la CNN no lo corrigieron.

En la pantalla se vio a Biden mirando fijamente, con la boca abierta, mientras Trump, de 78 años, hablaba.

¿Biden puede ser reemplazado?

Por ahora ninguna personalidad demócrata ha pedido públicamente a Biden que se retire, y la mayoría sigue una línea clara del partido sobre mantener la fórmula existente.

«Nunca le daré la espalda al presidente Biden», dijo el gobernador de California, Gavin Newsom, quien ha figurado en múltiples listas de posibles sustitutos.

«No conozco a ningún demócrata de mi partido que haría eso», dijo Newsom a los periodistas, según reseñó AFP.

Los analistas dicen que forzar un cambio sería políticamente complicado, de modo que Biden tendría que decidir retirarse para dar paso a otro candidato antes de la convención del partido.

Su vicepresidenta, Kamala Harris, defendió lealmente a su jefe el jueves aunque reconoció que había tenido un «comienzo lento».


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