El cierre de tres pasos fronterizos no autorizados ordenado esta semana por Panamá «aumentará el represamiento» de migrantes en la inhóspita selva fronteriza del Darién, advirtió este viernes la Defensoría del Pueblo de Colombia.
Esa medida, anunciada por el nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino, supone una «afectación a los derechos fundamentales» de quienes se movilizan por esa peligrosa ruta hacia Estados Unidos, denunció la entidad estatal que vela por los derechos humanos en Colombia.
Imágenes divulgadas por la Defensoría muestran a decenas de personas atascadas entre el barro y la espesa vegetación del lado colombiano de la frontera, frente a un alambre de púas resguardado por militares panameños.
«Aumentará el represamiento de personas en los municipios receptores de migrantes» en Colombia, anticipó la entidad.
¿Qué pasará si cierran las fronteras de Panamá?
Los migrantes varados en esos pasos son «susceptibles de asilo» y necesitan «protección internacional», aseguró en un pronunciamiento el defensor del pueblo encargado, Julio Balanta.
Mulino prometió el lunes durante su posesión que Panamá no servirá más de «tránsito» hacia Estados Unidos y anunció un acuerdo para que Washington cubra los gastos de deportar a los migrantes que crucen el Darién.
Según cálculos de la Defensoría colombiana, entre enero y mayo de 2024 transitaron por ese corredor unos 159.000 migrantes, pese a enfrentar peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales.
En todo 2023, fueron al menos 520.000 personas, principalmente originarias de Venezuela, Ecuador, Haití, Cuba y Colombia. También hay asiáticos, principalmente chinos, y africanos.
La Defensoría advirtió que cerrarles el paso a Panamá podría desbordar las capacidades de los municipios del lado colombiano de la frontera, por lo que llamó a las autoridades a activar «acciones de contingencia oportunas».
En entrevista con la AFP en mayo, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, aseguró que Colombia «no estaría de acuerdo con cierre de fronteras y menos obviamente la frontera del Darién».
El encargado de las relaciones internacionales de Colombia aboga por «salidas más humanitarias para esta población».