El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este miércoles una «movilización parcial» de los rusos en edad de combatir en Ucrania, y advirtió a Occidente que Moscú está dispuesta a utilizar «todos los medios» para defenderse.
«Esto no es un bluf», recalcó Putin con semblante serio, acusando a los países occidentales de querer «destruir» Rusia y de haber recurrido al «chantaje nuclear» contra su país, dando a entender que sus fuerzas estarían dispuestas a utilizar el arma nuclear.
Frente a las contraofensivas relámpago de las fuerzas ucranianas, que hicieron retroceder al ejército ruso, Putin optó por una escalada en el conflicto, con una medida que abre la vía a enviar más militares rusos a Ucrania.
Después de que, el martes, se anunciara la organización de «referendos» de anexión en cuatro regiones del este y del sur de Ucrania a partir del viernes, los anuncios del presidente ruso marcan un giro en el conflicto, que empezó el 24 de febrero.
«Considero necesario apoyar la propuesta (del ministerio de Defensa) de movilización parcial de los ciudadanos en la reserva, aquellos que ya han servido (…) y que tienen una experiencia pertinente», declaró Putin en un discurso en la televisión previamente grabado y difundido este miércoles.
«Solo estamos hablando de una movilización parcial», insistió el presidente ruso. En los últimos días, los rumores de una movilización general habían generado preocupación entre numerosos rusos.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, precisó que la orden atañía a 300.000 reservistas, es decir, apenas el «1,1% de los recursos movilizables».
La orden es efectiva desde este miércoles, dijo el presidente ruso. El decreto correspondiente se publicó poco después en el portal del Kremlin.
Mijailo Podoliak, consejero del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se burló de la medida en Twitter.
«Todo esto se sigue ajustando al plan, ¿cierto? La vida tiene un gran sentido del humor», tuiteó.
«210º día de la ‘guerra de tres días’. Los rusos que reclamaban la destrucción de Ucrania han terminado teniendo: 1. Movilización. 2. Fronteras cerradas, bloqueo de las cuentas bancarias. 3. Prisión por deserción», comentó Podoliak.
La embajadora estadounidense en Ucrania, Bridget Brink, consideró que la medida constituye un «signo de debilidad» de Moscú, obligado a lidiar con una escasez de efectivos para su ofensiva en Ucrania, que esta semana entra en su octavo mes.
El Reino Unido se expresó en la misma línea: su secretario de Defensa, Ben Wallace, afirmó que la decisión de Putin muestra que su ofensiva «está fallando» y afirmó que «la comunidad internacionales está unida y Rusia se está convirtiendo en un paria global».
«No es un bluf»
Putin atacó de nuevo virulentamente a los países occidentales, acusándolos de haber «superado todos los límites en su política agresiva» y de querer «debilitar, dividir y, a fin de cuentas, destruir» Rusia.
«También se ha hecho chantaje nuclear… Me gustaría recordar a quienes hacen este tipo de declaraciones que nuestro país también posee varios medios de destrucción, algunos de los cuales son más modernos que los de los países de la OTAN«, declaró el presidente ruso.
«Utilizaremos todos los medios de los que dispongamos para proteger a Rusia y a nuestro pueblo», señaló. «Y estoy diciendo ‘todos los medios’… Esto no es un bluf», insistió.
Su ministro de Defensa afirmó que Rusia no lucha «tanto contra Ucrania como contra Occidente».
Las fuerzas rusas han registrado varios reveses frente a las contraofensivas ucranianas en las regiones de Jersón, sur de Ucrania, y de Járkov, donde los rusos tuvieron que ceder mucho terreno.
El miércoles, Shoigu declaró que el ejército ruso había perdido 5.937 soldados desde que empezó la ofensiva, un balance oficial muy superior al anterior pero que sigue estando muy por debajo de las estimaciones ucranianas y occidentales, que dan cuenta de decenas de miles de bajas.
«Seudoreferendos» de anexión
En el terreno, los combates y los bombardeos continuaban el miércoles y las autoridades ucranianas acusaron a Rusia de haber bombardeado de nuevo el recinto de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, la más grande de Europa.
Un día antes de que Putin anunciara las nuevas medidas, las autoridades de las zonas separatistas o que están bajo ocupación en Ucrania habían anunciado «referendos» de anexión a Rusia del 23 al 27 de septiembre.
Las votaciones, parecidas a las que formalizaron la anexión de la península de Crimea por Rusia en 2014, tendrán lugar en las regiones de Donetsk y Lugansk, que conforman la cuenca del Donbás; y en las zonas ocupadas de Jersón y de Zaporiyia, en el sur.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, les quitó importancia y los tildó de «seudoreferendos».