Cuando comenzó la crisis del Imperio Romano dando síntomas de desfragmentación, dijo Plutarco: «El Oriente se vierte en el Tíber». Ahora, en este cambio de ciclo del orden internacional, podemos decir que: «El Oriente se vierte en el Moscova». Una Rusia cada vez más alineada con China, busca su desarrollo en el extremo Oriente como prioridad absoluta.
«Moscú está volcada en el Oriente y en el Sur» afirmó Vladimir Putin, esta misma semana, durante la celebración, en Vladivostok, del VIII Foro Económico Oriental (FEE).
Putin ha aprovechado el evento para reunirse en privado con el viceprimer ministro chino, Zhang Guoqing. El presidente ruso afirmó que, con los esfuerzos conjuntos de Rusia y China, «la relación bilateral ha entrado en su mejor periodo de la historia», con un desarrollo fluido en diversos campos como el comercio y la economía, según informó la agencia de noticias Xinhua.
El desarrollo del Extremo Oriente se ha convertido en un nuevo punto de crecimiento para la cooperación entre Rusia y China, afirmó el presidente ruso. Algunos expertos chinos afirmaron que Moscú está intentando demostrar que Rusia puede desarrollarse sin Occidente. Esto, al impulsar la cooperación económica con los principales países en desarrollo.
La alianza Rusia-China se estrecha al punto que el viceprimer ministro Zhang afirmó que China está dispuesta a trabajar con Rusia para poner en práctica el importante consenso alcanzado por sus máximos dirigentes y, así, compartir oportunidades de desarrollo, profundizar en la cooperación mutuamente beneficiosa y reforzar la coordinación estratégica en materia de desarrollo regional.
El comercio entre China y Rusia podría superar los 200.000 millones de dólares en 2023 por primera vez, dijo Putin en este Foro, el FEE, señalando que el comercio bilateral había crecido alrededor de un 30 por ciento anual durante los últimos años.
Lo ratificó el representante chino confirmando que el comercio bilateral alcanzó los 155.100 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2023 (un 32 % más que un año antes). El mandatario ruso señaló: «Tenemos todas las razones para creer que el objetivo, fijado al más alto nivel, de llevar el comercio bilateral a 200.000 millones de dólares se alcanzará antes de lo previsto en este año».
También, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, dijo en respuesta a una pregunta sobre una posible «reunión entre el líder de China y el presidente de Rusia para finales de este año» que el presidente chino Xi Jinping y el presidente Putin mantienen, todo el tiempo, una comunicación fluida y estratégica de diversas maneras y que sostiene profundos intercambios de puntos de vista sobre la cooperación China-Rusia en cuestiones de interés mutuo.
En el VIII Foro Económico Oriental (FEE) Rusia ha mantenido intensos contactos comerciales con representantes de India, Laos y Mongolia. Y ha consolidado sus relaciones económicas con los socios de ASEAN y los BRICS. El mensaje de Moscú es claro: «Rusia no solo se está volviendo hacia el Este (el oriente) y el Sur global política y diplomáticamente; sino también económicamente». Es un «decir al Mundo» que Rusia no necesita de Occidente tras la parcial desconexión que comenzó al invadir Ucrania.
Putin dijo que «está naciendo un nuevo modelo de relaciones e integración, pero no según los modelos occidentales». No para los opulentos países de Occidente sino «para toda la humanidad, para un mundo multipolar en crecimiento y en desarrollo». «El año pasado, el comercio de Rusia con los países de la región Asia-Pacífico aumentó un 13,7%; y creció otro 18,3 % durante el primer semestre de este año».
Según una estimación preliminar, el crecimiento del PIB ruso fue del 4,9 % interanual en el segundo trimestre de 2023. Así lo informó el Servicio Federal de Estadísticas Estatales de Rusia. Los analistas chinos dijeron que Putin está diciendo al mundo que Rusia puede desarrollarse sin Occidente. Al publicar estos datos, Rusia está mostrando una vez más su determinación de resistir las sanciones occidentales. Y además, asegurar su crecimiento económico, manteniendo, al mismo tiempo, el conflicto en Ucrania.
Estas muestras de que Rusia y Occidente han decidido desvincularse, a medio o largo plazo, ofrecen una gran oportunidad para las empresas chinas. Si Rusia y Occidente se desacoplan, China se convierte en el mayor e insustituible socio comercial de Rusia. Esto está ocurriendo, especialmente cuando Rusia está reformando su cadena industrial. Y, al mismo tiempo, las empresas chinas han llenado el vacío dejado por las empresas occidentales.
Por otro lado, debido a los límites de recursos humanos y tecnológicos, sumados a las sanciones occidentales, Moscú es consciente de que el desarrollo de sus recursos minerales es más práctico y factible para la región, un factor que guiará la cooperación entre la región noreste de China y el Lejano Oriente de Rusia en el futuro.
Las políticas de Putin y Xi Jinping inciden en abrir un nuevo capítulo en la historia como alternativa al mundo occidental. Por eso ahora el Oriente se vierte en el Moscova o en el Volga.
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