El expresidente de Cataluña, el independentista Carles Puigdemont, advirtió este sábado al jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, que solo contará con los votos de su partido Junts en una eventual investidura para renovar su mandato si se alcanza un acuerdo sobre el «conflicto» catalán y no sobre su situación personal, y que la negociación se debe hacer sin «presión» y sin practicar «el chantaje político».
En un comunicado que Puigdemont —que reside en Bélgica y es prófugo de la justicia española por convocar un referéndum de autodeterminación ilegal—, distribuyó desde su cuenta de Twitter, el expresidente catalán sostiene que «el recuento definitivo de los votos (de las elecciones españolas) comporta un cambio puntual en la asignación de escaños en el Parlamento español pero relevante en la ecuación para cualquier investidura».
«El actual presidente del gobierno y candidato socialista a la reelección —agrega— solo podrá ser elegido si obtiene el voto afirmativo de una coalición muy amplia, incluidos los siete votos de Junts per Catalunya».
Puigdemont aclara que, en esa negociación, «quien crea que ejerciendo presión o practicando directamente el chantaje político obtendrá algún beneficio táctico, se puede ahorrar el esfuerzo». «Al menos en mi caso», precisa.
Sánchez necesita del apoyo de Junts para lograr una mayoría parlamentaria suficiente que le permita conservar la jefatura del gobierno español tras las elecciones del pasado 23 de julio, en las que su partido, el socialista PSOE, quedó en segundo lugar, por detrás de los conservadores del Partido Popular (PP).
Pese a su victoria, el PP no cuenta en principio con apoyos parlamentarios suficientes para formar una nueva mayoría gubernamental, por lo que de fracasar Sánchez en el intento de sumar el respaldo del partido de Puigdemont a su aspiración de renovar su mandato, el país se vería abocado a convocar de nuevo elecciones a fines de año o principios del próximo.