MUNDO

Pugnan por la presidencia de la Comisión Europea

por Avatar AFP

Los mandatarios de la Unión Europea se citaron de nuevo el 30 de junio en Bruselas, Bélgica, para decidir quién presidirá la Comisión Europea el próximo lustro. Esto, después de fracasar en su intento por cerrar un acuerdo este jueves.

«El Consejo Europeo mantuvo una discusión completa sobre los nombramientos. (…) Ningún candidato obtuvo la mayoría», declaró este viernes en la madrugada el jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, al anunciar una nueva cumbre para el 30 de junio.

La cumbre extraordinaria será cuando regresen seis de los 28 mandatarios de una reunión del G20 en Japón y dos días antes de que la Eurocámara designe a su presidente, una elección que podría condicionar al resto de los nombramientos.

Tusk explicó que los mandatarios acordaron la necesidad «de tener un paquete de nombramientos que refleje la diversidad de la UE», una referencia al necesario equilibrio político, pero también geográfico y de género.

Además del sucesor de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión, los dirigentes también deben escoger al futuro presidente del Consejo y de la diplomacia europea. Indirectamente, el Banco Central Europeo también está en juego.

Sin embargo, la presidencia del Ejecutivo comunitario es la joya de la corona y, para acceder a ella, el aspirante al cargo necesita el apoyo de 21 de los 28 mandatarios para su designación y de la mayoría de la Eurocámara para su confirmación.

«Constaté con cierto placer, diversión y, por qué no, felicidad, que no es muy fácil reemplazarme», aseguró Juncker al término del primero de los dos días de cumbre e indicó que en la ciudad japonesa de Osaka continuarán con las discusiones.

De los mandatarios que viajarán a Japón, estarán, de hecho, Tusk y los referentes del Partido Popular Europeo (PPE, derecha), la alemana Angela Merkel; de los socialdemócratas, el español Pedro Sánchez; y de los liberales, el francés Emmanuel Macron.

«París y Madrid» 

Pese a los numerosos contactos previos, los líderes no lograron un acuerdo en su tercer debate en seis semanas, que empezó al terminar un largo debate sobre la neutralidad de carbono para 2050 en la UE, un objetivo que no logró consenso.

El Partido Popular Europeo, primera formación en la Eurocámara con 182 de los 751 escaños en juego en los comicios de mayo, defendió al alemán Manfred Weber como candidato a suceder a Jean-Claude Juncker en la Comisión.

Sin embargo, los socialdemócratas (153 escaños) y los liberales (108), quienes intentan forjar una obligada alianza de fuerzas proeuropeas en la Eurocámara junto a los Verdes (75), advirtieron en la mañana que no lo apoyarían.

Esta negativa supuso un revés para la canciller alemana, Angela Merkel (PPE). Su familia política apunta «a París y a Madrid» como responsables de ese rechazo, en una referencia a Macron y a Sánchez. Los tres se vieron con Tusk antes del debate.

Pero para lograr una mayoría proeuropea, el PPE es indispensable, lo que lastra a los candidatos propuestos por las otras dos formaciones. «Es como un efecto dominó; si uno cae, los otros también», advirtió el eurodiputado verde Philippe Lamberts.

«Los nombres de los tres candidatos principales fueron descartados. Donald Tusk consideró que no había mayoría para estos tres nombres», aseguró Macron. Merkel llamó, por su parte, a evitar una crisis institucional con la Eurocámara.

El Parlamento Europeo ya había advertido que solo apoyaría como presidente de la Comisión a un candidato que liderara a su familia política en los comicios europeos, requisito que cumplen Weber y el resto de los candidatos «descartados».

Más allá del nombre, un acuerdo de reparto de cargos parecía perfilarse antes de la cumbre. El PPE reivindica la presidencia de la Comisión, el brazo Ejecutivo del bloque; se trata de una exigencia que no se discute, indicaron a la AFP tres responsables.

Los liberales quieren la presidencia del Consejo Europeo, institución que reúne a los mandatarios, y los socialdemócratas obtendrían la dirección de la diplomacia europea y se repartirían con los Verdes la presidencia de la Eurocámara.

Y mientras los europeos intentan encontrar a sus futuros líderes, el retiro del Reino Unido de la UE, previsto para el 31 de octubre, se acerca sin que Bruselas y Londres hayan llegado a un acuerdo aceptable por ambas partes.

«Hay que encontrar rápidamente un acuerdo, pues debemos contar con una Comisión Europea operativa para gestionar el brexit, sobre todo si Boris Johnson se convierte en primer ministro de Reino Unido», advirtió un diplomático de alto rango.