Un grupo de legisladores de Rusia presentó un proyecto de ley para prohibir un cambio de sexo, ya sea mediante una cirugía o por una modificación legal de la identidad, una nueva muestra del auge del conservadurismo coincidiendo con el conflicto en Ucrania.
Durante los últimos años, Rusia se ha transformado en un lugar hostil para cualquier persona que se aleje de la interpretación que tiene el Kremlin y la Iglesia Ortodoxa de los “valores familiares”.
Los activistas LGBTIQ+ están asediados desde hace años, pero la presión se acrecentó desde el envío de las tropas a Ucrania.
En un comunicado publicado en la noche del martes, la Duma, la Cámara Baja del Parlamento ruso, informó que este proyecto busca impedir que se realicen operaciones de cambio de sexo.
De manera más amplia, el texto busca prohibir la tramitación de un cambio de la identidad civil, sin que haya una operación.
El texto prevé excepciones para permitir intervenciones quirúrgicas en los casos de anomalías congénitas en los órganos genitales de niños.
La Duma no informó cuándo comenzará la tramitación del proyecto, pero algunos medios locales informaron que la lectura podría empezar a partir del jueves.
Esta legislación es la última de una serie de propuestas conservadoras que el Kremlin ha impulsado desde que lanzara la ofensiva en Ucrania el año pasado.
En los últimos meses, algunos legisladores propusieron declarar el “feminismo radical” como una ideología extremista.
En Rusia, las personas LGBTIQ+ sufren discriminación, violencia e incluso son víctimas de asesinatos.
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