Mohamed Bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudita, advirtió que los precios del pertóleo podrían aumentar a cifras inimaginablemente altas si el mundo no actua para detener a Irán.
Aseguró que una guerra arruinaría la economía mundial por lo que es partidario de una solución política.
«Si el mundo no lleva a cabo una acción fuerte y firme para disuadir a Irán, veremos nuevas escaladas que amenazarán los intereses mundiales», dijo el príncipe.
Añadió: «Los suministros de petróleo se verán afectados y los precios subirán a cifras inimaginablemente altas que no hemos visto en nuestras vidas».
También negó haber ordenado el asesinato de Jamal Khashoggi, periodista saudí ultimado en el consuulado de su país en Estambual por un escuadron de 15 saudíes. No obstante, asumio su plena responsabilidad como mandatario del país, reseñó Abc.
«Asumo toda la responsabilidad como líder en Arabia Saudí, especialmente porque, el asesinato, fue cometido por personas que trabajan para el Gobierno saudí», manifestó.
Añadió: «Fue un error. Y debo tomar todas medidas para evitar tal cosa en el futuro», calificando elk asesinato como un crimen atroz.
Tensiones
Fue cuestionado sobre si los ataques contra dos plantas de la petrolera estatal saudí Aramco el pasado 14 de septiembre, y si estos podrían considerarse «un acto de guerra», tal como lo hizo el secretario de estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, Bim Salman respondió: «Por supuesto».
A pesar de ello, el príncipe se mostró partidario de buscar «una solución política y pacífica». La consideró «mucho mejor que la militar».
«La región representa aproximadamente 30% de los suministros de energía del mundo. Aproximadamente 20% del tránsito comercial mundial, aproximadamente 4% del PIB mundial. Imagine que estas tres cosas se detienen. Esto significa un colapso total de la economía global, y no solo de Arabia Saudita o los países de Oriente Medio'», indicó.
Apoyó los llamados de Donald Trump, presidente estadounidense, de reunirse con su homólogo iraní Hasán Rohaní, para negociar un nuevo acuerdo. Luego de la ruptura por Washington, del pacto nuclear multirateralalcanzado en 2015.
«Es lo que todos pedimos. Sin embargo, son los iraníes quienes no quieren sentarse a la mesa», dijo.