El nuevo primer ministro de Haití, Alix Didier Fils-Aimé, anunció este jueves nuevas medidas para hacer frente a la creciente violencia con las que se busca reforzar la seguridad en las principales carreteras del área metropolitana de la capital, Puerto Príncipe.
En un comunicado publicado por la Oficina del Primer Ministro en su página de Facebook, Fils-Aimé se declaró decidido a garantizar la libre circulación de bienes y personas, por lo que reafirmó su determinación a desbloquear todas las carreteras controladas por bandas armadas.
El primer ministro, que toma estas medidas en momentos en que los grupos armados han lanzado una nueva ofensiva destinada a sembrar el terror en todo el país, animó a los ciudadanos a participar en la labor de estabilización de la paz social.
Tras destacar la importancia de los valores de unidad y bien común, instó a todos los implicados a dar prioridad al interés general y al espíritu de concordia y reafirmó su apoyo a las fuerzas del orden, «plenamente comprometidas con la protección de la vida y el restablecimiento de la autoridad del Estado».
Fils-Aime renovó su compromiso de encontrar ‘soluciones duraderas’ a los problemas actuales, al tiempo que invitó a la población a mantener la calma y ser solidaria, y recordó a las fuerzas públicas que es su responsabilidad actuar con firmeza y determinación en el cumplimiento de su misión.
»Todo el gabinete trabajará para restablecer la seguridad», aseguró.
Haití intenta controlar a las bandas armadas del país
Estos anuncios tienen lugar después de que la víspera tuviera lugar un consejo centrado en el tema de la inseguridad, que permitió el mantenimiento de las medidas en las zonas sensibles y la reanudación de la distribución de productos petroleros.
Esta semana las fuerzas de seguridad pusieron en marcha operativos contra las bandas armadas, que dejaron decenas de pandilleros muertos, muchos de los cuales fueron posteriormente quemados por civiles.
Según cifras de Naciones Unidas, el número de muertos por la violencia de bandas en lo que va de año es de al menos 4.544, mientras que los heridos se elevan a 2.060 y los desplazados internos en el país rondan los 700.000, la mitad de ellos niños.