Laurentino Cortizo, presidente de Panamá, afirmó este lunes que el escándalo Odebrecht es imperdonable y ha hecho un daño incalculable tanto como a la región como a su país, uno de los países donde la trasnacional brasileña confesó haber pagado sobornos para conseguir contratos.
«Lo que hizo Odebrecht (con los sobornos), no solamente a Panamá y a la región, es imperdonable», dijo el mandatario panameño en una entrevista con la cadena estadounidense CNN en Español.
Cortizo, quien asumió el lunes pasado el gobierno para el período 2019-2024, destacó que la trama de sobornos de Odebrecht sigue su proceso en la justicia panameña, con la cual la constructora alcanzó un acuerdo de cooperación involucrando a todas las personas que fueron parte de todas estas operaciones de corrupción.
«Ellos siguen trabajando aquí a través de ese acuerdo de colaboración efectiva, pero el daño que (Odebrecht) le hizo a Panamá y a la región ha sido incalculable», recalcó.
Por el caso Odebrecht, que se mantiene bajo secreto de sumario, hay más de 80 imputados en Panamá, entre ellos 2 hijos del ex presidente Ricardo Martinelli (2009-2014), quien se encuentra en arresto domiciliario mientras afronta un juicio por supuesto espionaje político y peculado.
El escándalo de Odebrecht estalló en diciembre de 2016, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos desveló que Odebrecht pagó cerca de 788 millones de dólares en sobornos en una docena de países latinoamericanos, de los cuales 59 millones fueron en Panamá.
La Justicia panameña validó un año después el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y Odebrecht, que incluye el pago de una multa de 220 millones de dólares y el archivo del caso en Panamá contra la empresa y sus antiguos directivos en el país por haber colaborado en las investigaciones.
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington, reveló el 26 de junio pasado que la trama de corrupción de Odebrecht alcanzó a enormes proyectos de obras públicas no mencionados hasta la fecha en República Dominicana, Perú, Ecuador y Venezuela, entre otros.
En el caso de Panamá, donde la constructora fue durante años el principal contratista del Estado, destacan supuestos pagos de más de 18 millones de dólares en la primera línea de metro de la capital o más de 7 millones en la ampliación de Tocumen, el principal aeropuerto del país.
Cortizo también se refirió al escándalo de los papeles de Panamá y dijo a CNN en Español que no sabría decir si el país ha salido libre este escándalo, pero sí que su gobierno acaba de crear una unidad para la competitividad para los servicios financieros internacionales para fortalecerlos y hacerlos más transparentes.
En abril de 2016, cientos de medios de comunicación publicaron que personalidades de todo el mundo contrataron los servicios del bufete panameño Mossack Fonseca para gestionar su patrimonio a través de sociedades «offshore» y presuntamente evadir impuestos.
Ese escándalo estalló poco después de que Panamá saliera de la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en la que había entrado en 2014, lo que supuso un duro golpe a la imagen internacional de país.
En junio pasado, GAFI volvió a meter a Panamá en su lista gris de países que presentan deficiencias en la lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo, y le hizo una serie de recomendaciones de cara a una nueva revisión en junio de 2020.