El presidente israelí Isaac Herzog calificó este lunes de «escandaloso» el anuncio del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, quien solicitó una orden de arresto contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant por supuestos crímenes de guerra en la Franja de Gaza.
«El anuncio del fiscal de la CPI es más que escandaloso y muestra hasta qué punto el sistema judicial internacional está en peligro de colapsar», subrayó en su cuenta de X.
Herzog consideró que se trata de una medida «de mala fe» que «envalentona a los terroristas en todo el mundo».
«Cualquier intento de establecer paralelismos entre estos terroristas atroces y un gobierno de Israel elegido democráticamente», incidió que es «escandaloso» y que nadie puede aceptarlo.
El presidente de Israel llamó a que «todos los líderes del mundo libre» condenen la decisión de la Corte Penal Internacional.
Kham también solicitó el arresto del jefe de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar; del jefe de su buró político, el autoexiliado en Catar Ismail Haniyeh, y del comandante en jefe de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de la organización islamista.
La demanda del fiscal, que afecta a ambos lados del conflicto, con dos órdenes de arresto para Israel y tres para Hamás, levantó todo tipo de críticas en las dos partes, que han rechazado que se les equiparara.
Desde Hamás acusaron a Khan de «comparar a la víctima con el verdugo» con esta decisión.
Por otro lado, un oficial israelí señaló a Efe que las órdenes de arresto constituyen un «infundado libelo de sangre» contra su país. También denunció que la CPI «ha cruzado una línea roja en sus esfuerzos de guerra legal contra el único Estado judío y la única democracia de Medio Oriente».
Una «vergüenza histórica»
Para el ministro de Exteriores israelí Israel Katz la petición del fiscal constituye una «vergüenza histórica» que compara a los cargos israelíes con «abominables monstruos».
Katz ordenó la creación inmediata de un comité especial con todos los elementos profesionales para luchar contra esa decisión que, a su juicio, «pretende atar las manos del Estado de Israel y negarle el derecho de autodefensa».
El conflicto en la franja comenzó el pasado 7 de octubre, tras un ataque de Hamás en suelo israelí que dejó unos 1.200 muertos y 253 secuestrados.
Más de 7 meses de constantes bombardeos y bloqueo humanitario han provocado la muerte de más de 35.500 palestinos y casi 80.000 heridos; además de unos 10.000 cuerpos atrapados bajo los escombros.
Asimismo, casi toda la población gazatí está desplazada, con falta de medicinas, alimento y agua potable.