En las próximas horas se podría convocar por decreto elecciones en Bolivia. Esa opción se dará si no se logra un acuerdo con el Parlamento, donde tiene mayoría el partido de Evo Morales. Así lo anunció este miércoles la presidente interina del país, Jeanine Áñez.
“Si Dios lo permite, hoy vamos a lanzar la convocatoria a elecciones como el país demanda», dijo Áñez a los medios desde el Parlamento.
Su gobierno interino agotará todas las instancias. Sin embargo, si la Asamblea no permite que se haga de esa manera legal, Áñez afirmó que buscará otro mecanismo.
La presidente provisional indicó que todo estará lo más apegado a la Constitución, pues ha elaborado un proyecto base.
La convocatoria de elecciones pasa porque la Asamblea Legislativa nombre un nuevo órgano electoral, que tiene que llamar a una nueva cita en las urnas.
Decreto electoral
Existe el precedente de una crisis similar en 2005 con Eduardo Rodríguez Veltzé como presidente. En ese momento, los comicios terminaron convocados por decreto, una vía que podría utilizar Áñez.
El decreto que tiene preparado el gobierno interino de Bolivia probablemente pueda terminar corregido, consensuado o enriquecido por todos los sectores que están involucrados en la lógica de pacificar al país.
El conflicto en Bolivia desde los comicios del pasado 20 de octubre reporta 27 muertos y más de 700 heridos en actos violentos, según datos oficiales.
“De que va a haber elecciones en el país, sí, nosotros lo garantizamos”, aseveró Áñez en una breve declaración a los medios.
Bolivia está sumida en uno de los conflictos más graves de su historia reciente, desde que el día 21 de octubre comenzaron las denuncias de fraude porque Evo Morales fue proclamado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
El 10 de noviembre la OEA advirtió en un informe graves irregularidades en los comicios. Horas más tarde, Morales anunció su renuncia tras casi 14 años en el poder, forzado por las Fuerzas Armadas, para al día siguiente salir hacia México, donde está asilado.
Varios gobiernos y políticos latinoamericanos calificaron la renuncia de Morales como un golpe de Estado.
Otros países han reconocido al gobierno interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin fijar posición sobre la crisis política.