La libertad de expresión está amenazada en la región, así lo demostró este viernes la Sociedad Interamericana de Prensa en su 78 Asamblea General, que se celebra en Madrid, España. Según el nuevo ranking Índice Chapultepec 2022 sobre libertad de prensa, realizado en alianza con la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela (UCAB), Nicaragua, Cuba y Venezuela se sitúan como los países con peor índice y se ubican al final de la lista.
De acuerdo con la información, Nicaragua, Venezuela y Cuba ocupan las posiciones 22, 21 y 20, respectivamente. Son los únicos que se encuentran en la categoría de países “sin libertad de expresión”.
El ranking comprende el período del 2 de agosto de 2021 al 1 de agosto de 2022. Se trata de un indicador que muestra las condiciones para el ejercicio de la libertad de prensa en América.
En conversación con El Nacional, durante la asamblea, Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, destacó la importancia de promover la libertad de expresión para la sociedad. Sin embargo, reconoció que los medios tienen un reto para recuperar la confianza de la ciudadanía.
«La libertad de expresión sigue siendo una piedra angular para que haya un sistema democrático, un control a los gobernantes por parte de la ciudadanía. Pero lamentablemente está cada vez más condicionada, más presionada por gobiernos que, aún cuando tienen origen democrático, terminan en autocracia o tiranía», dijo Jornet.
Y agregó: «Creo que el principal desafío es la falta de convencimiento de la clase dirigente de que la libertad de expresión es un valor fundamental. Pero además la falta de convencimiento de una sociedad que de algún modo nubla su mentalidad por los discursos en las redes sociales y la desinformación que los gobiernos generan y los ciudadanos terminan convencidos de que el periodismo es un enemigo de las clases populares y no terminan defendiendo la libertad de expresión, la libertad de prensa ni la democracia».
Jornet sostuvo que es necesario entender que la libertad de expresión no es un derecho exclusivo de los periodistas. Por el contrario, insiste en que se trata de la libertad de toda la sociedad para expresarse.
«Todos tenemos que hacer una reflexión porque parte de lo que ha pasado es que quizá no hemos sabido transmitir el mensaje del valor de la libertad de expresión, que no es la libertad de los periodistas, la libertad de expresión es de los pueblos. No es una libertad otorgada a un sector sino que es para toda la sociedad», indicó.
Gobiernos contra la libertad de expresión, alerta la SIP
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP también alertó sobre cómo muchos gobiernos están usando el populismo para promover la desconfianza de los ciudadanos en los medios de comunicación. Aseguró que se trata de un modelo calcado en Venezuela, Argentina, Nicaragua y El Salvador. Resaltó que todo esto ocurre en un contexto en el que los medios tienen menos recursos que los que tenía años atrás. Esto debido al avance de las plataformas que se llevan buena parte de los ingresos digitales y la falta de una economía sólida para sustentarse.
«Tal vez no hemos entendido a tiempo el enorme riesgo que había en el uso indebido de las redes sociales y de otras formas de comunicación digital por parte de los gobiernos y en algunos casos por parte de otros sectores influyendo en procesos electorales o manipulando elecciones», señaló.
A pesar de los retos que describe Jornet, es optimista con respecto al trabajo que están realizando los periodistas en América. Aseguró que se trata de una lucha por informar de manera responsable para demostrarle a la sociedad que el papel de los periodistas es justamente ser un servicio público para los ciudadanos.
«Pese a los desafíos hay periodistas que con enorme valentía y compromiso siguen ejerciendo y buscando la forma de hacer periodismo con valores profesionales, con criterios profesionales. Lo hacen chequeando información y no se dejan llevar por bulos sino que tratan de llegar con la verdad», manifestó.
Indicó que el retorno a la normalidad tras la pandemia es una oportunidad para que los comunicadores vuelvan a la calle no solo a hacer periodismo sino también a crear un vínculo con la ciudadanía.
«Creo que ese es el principal aporte que puedan hacer a las sociedades y así crear un vínculo con la sociedad que se ha ido perdiendo porque también la pandemia hizo que los periodista salieran de la calle y del contexto directo con sus fuentes, y ahora con el retorno de la normalidad hay que retomar eso y mostrar las realidades de las sociedad y demostrar a la gente que el periodismo es un servicio social que bien utilizado es la única forma para que los ciudadanos controlen a sus gobernantes», expresó.