El gobierno de Portugal tiene previsto decretar el estado de emergencia sanitaria para dotarse de instrumentos legales con los que aplicar medidas más restrictivas para frenar la segunda ola del covid-19. Así lo anunció este lunes el primer ministro Antonio Costa.
«Proponemos que se declare el estado de emergencia sanitaria de manera preventiva para resolver las dudas jurídicas» que podrían generar las medidas de confinamiento parcial anunciadas el sábado y que entrarán en vigor a partir del miércoles, aseguró el socialista Costa.
El primer ministro realizó este anuncio luego de haberse reunido con el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien tiene la potestad de declarar el estado de emergencia.
El ejecutivo quiere asegurarse que, desde un punto de vista jurídico, puede limitar la libertad de circulación de personas. Además de establecer controles de temperatura o requisar trabajadores de sectores públicos y privados para luchar contra la pandemia, explicó Costa a la prensa.
Al ser preguntado sobre la posible adopción de un toque de queda, Costa dijo que, durante el estado de emergencia, nada impedirá que, si es necesario, se limite la circulación. Con excepciones ya que algunas personas trabajan durante la noche.
Más de siete millones de portugueses, 70% de la población, volverán a estar confinados a partir del miércoles. La medida se tomará durante al menos dos semanas, así lo anunció el jefe del gobierno.
Este nuevo confinamiento resultará, sin embargo, menos estricto que el de primavera y las escuelas se mantendrán abiertas. También permanecerán abiertos los restaurantes y las tiendas no esenciales, aunque tendrán que cerrar antes.
Para evitar las fiestas tradicionales del día de Todos los Santos, el gobierno ya había prohibido hasta el martes los desplazamientos no justificados.
Portugal la semana pasada superó la barrera de los 4.000 contagios diarios. Por ello, celebró este lunes un homenaje nacional a las 2.544 víctimas del covid-19 en el país.