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Portugal supera las 1.000 muertes antes de finalizar el estado de emergencia

por Avatar EFE

Portugal ha superado la barrera de las 1.000 muertes por coronavirus poco antes de levantar el estado de emergencia, que dará paso a las 00.00 horas de este domingo al estado de «calamidad», para que el país comience su desescalada progresiva.

En la víspera del último día del estado de emergencia, declarado el pasado 19 de marzo, el país registra 1.007 fallecidos y 25.351 contagiados, según el último reporte de la Dirección General de Salud.

Ha habido 18 decesos más y 306 contagios nuevos en las últimas 24 horas, lo que implica una tasa de crecimiento de contagios del 1,2%.

De los enfermos, 892 están ingresados, el menor número en un mes, y de estos, 154 están en cuidados intensivos.

«Los números aún están por encima de lo que desearíamos, pero están mucho más controlados de lo que estaban hace 15 días», comentó la ministra de Sanidad, Marta Temido, durante la presentación del reporte diario, donde dijo que Portugal está «más preparado ahora» para acometer la reapertura progresiva.

El plan que la guiará fue presentado este jueves y establece que el país pase del actual estado de emergencia al de «calamidad» -un escalón por debajo- a las 00.00 de este próximo domingo, día 3 de mayo.

Los efectos de esa desescalada serán visibles el lunes 4, cuando podrán abrir las tiendas con acceso directo a la calle de hasta 200 metros cuadrados, así como peluquerías, barberías, librerías y concesionarios de automóviles.

Ese día también abrirán bibliotecas y archivos, en tanto que siguientes reaperturas de otros establecimientos y recintos mayores, además de clases de bachillerato y guarderías, se harán a partir del 18 de mayo.

El plan comprende el uso obligatorio de mascarillas en transportes públicos, comercios, escuelas -donde se repartirán a los alumnos- y todos los espacios cerrados con aglomeraciones, y prohíbe las reuniones de más de 10 personas.

Muchos detalles referentes a estas medidas siguen aclarándose hoy, Día del Trabajador, en el que se permiten «celebraciones», pero no grandes manifestaciones, para impedir la propagación del virus, que también está golpeando el trabajo, con casi un millón de personas suspendidas temporalmente del empleo, según datos actualizados a mitad de abril.

«Este año celebramos el Día del Trabajador de forma diferente. También en el mercado de trabajo la pandemia está dejando sus marcas», escribió hoy en su cuenta de Twitter el primer ministro, el socialista António Costa, que abogó por tener «siempre como prioridad defender el trabajo, su dignidad e importancia».

Dicha defensa, sin embargo, será hoy muy diferente en Portugal. La Confederación General de Trabajadores de Portugal, el mayor sindicato del país, saldrá a la calle durante la tarde, pero «con poca gente», para respetar las normas de distancia social, en tanto que UGT ha optado por un «maratón de videos». EFE