Este jueves Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, se mostró satisfecho por la «disuasión» de Washington frente a Irán con medidas diplomáticas, económicas y militares. Ello se dio en su primer viaje al golfo Pérsico desde el asesinato del comandante iraní Qasem Soleimaní el 3 de enero en Bagdad.
El jefe de la diplomacia calificó el ataque selectivo estadounidense contra Soleimaní de «importante golpe estratégico». Afirmó, en declaraciones a la prensa, que «demuestra la determinación de Estados Unidos y de todas las fuerzas que están trabajando para echar para atrás a la República Islámica de Irán».
Pompeo indicó que ahora los iraníes saben que «la noción de Estados Unidos de disuasión es real» y agregó que el gobierno trabaja en este sentido con Arabia Saudí, donde ha desplegado tropas adicionales en los pasados meses en medio de la tensión con Teherán.
Precisamente, Pompeo acudió a Riad después de una gira por África subsahariana para abordar las amenazas de Irán con su principal socio en el golfo Pérsico y Medio Oriente, con el que comparte su enemistad con el régimen de los ayatolás.
Condolencias
El secretario de Estado no visitará otros países amigos del golfo, excepto Omán, adonde viajará este sábado para presentar sus condolencias por la muerte del sultán Qabús bin Said el pasado 10 de enero y reunirse con su sucesor, Haitham bin Tareq al Said.
Pompeo llegó este miércoles a Riad para una parada de tres días y hoy se reunió con el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, con quien revisó «las relaciones bilaterales, además de los (hechos) internacionales y regionales. También el esfuerzo de ambos países en relación con esos (hechos)», según la agencia oficial de noticias saudí SPA.
«Encantado de regresar a Riad para discutir el fuerte compromiso del gobierno de Estados Unidos con la seguridad de Arabia Saudí. Y la necesidad continua de estar juntos para contrarrestar el comportamiento maligno de Irán en la región», tuiteó anoche Pompeo luego de su llegada al reino.
También se reunió este jueves con el príncipe heredero y hombre fuerte del reino, Mohamed bin Salman, y visitó a las tropas estadounidenses destacadas en la base aérea del Príncipe Sultán, en el sur de la capital, donde destacó «el buen trabajo que están haciendo los jóvenes hombres y mujeres de uniforme para mantener la paz, la disuasión y trabajar con el socio» de Estados Unidos.
En el reino están destacados alrededor de 3.000 funcionarios estadounidenses después de que Washington enviara tropas adicionales al país el pasado mes de octubre y luego del ataque con drones y misiles contra importantes refinerías de la petrolera saudí Aramco el 14 de septiembre.
Desde el primer momento el gobierno estadounidense acusó a Irán de estar detrás de esos ataques y este jueves Pompeo reiteró que «ninguna persona razonable tiene dudas sobre de dónde vinieron esos misiles», que afectaron notablemente a la producción de crudo de Arabia Saudí y expusieron la vulnerabilidad del sector estratégico.
«Mejor preparados»
Aseguró que su gobierno ha estado trabajando con los socios saudíes para «estar mejor preparados para este tipo de ataques». Afirmó que son más capaces hoy que hace unos meses, por lo que existe «una sensación agudizada de seguridad en las instalaciones» petrolíferas.
Pompeo visitó Arabia Saudí después de los ataques contra Aramco y también había hecho escala en Emiratos Árabes Unidos durante una misión para buscar soluciones pacíficas a lo ocurrido.
Hoy, cinco meses después, el secretario de Estado admitió que sigue vigente «la exigencia de disuasión para cambiar el comportamiento del régimen iraní» al que Estados Unidos le está cortando, según el mismo Pompeo, «los recursos para infligir daño en todo Medio Oriente».
Este jueves el Departamento del Tesoro anunció sanciones contra cinco altos cargos iraníes, entre ellos, los clérigos Ahmad Jannati y Mohamad Yazdi. Supuestamente habrían impedido la participación de voces críticas con el ayatolá Alí Jamenei en las elecciones parlamentarias de mañana viernes en Irán.
Los cinco forman parte del Consejo de Guardianes, órgano que debe aprobar a los aspirantes al Parlamento y a la Presidencia de Irán. De esta forma, quedan congelados los activos que puedan tener en Estados Unidos, mientras que los estadounidenses y sus empresas no podrán hacer negocios con estos individuos.