La policía de la región de Cataluña, conocida como Mossos d’Esquadra, advirtió ayer sobre el riesgo de alteraciones del orden público con motivo del referéndum secesionista del 1° de octubre en ese territorio, suspendido por la justicia española, pero cuyos impulsores quieren mantener.
Las autoridades españolas han trasladado temporalmente a la región a miles de agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para unirse a los algo más de 16.000 mossos, con el objetivo de evitar esa consulta para hacer cumplir la ley y garantizar la seguridad.
Sin embargo, los impulsores de la consulta, suspendida por el Tribunal Constitucional, se mantienen decididos a llevarla a cabo, a pesar de las indicaciones de la Fiscalía que ha ordenado precintar los centros escolares que sirven de colegio electoral para evitar que alberguen la votación.
El jefe operativo de los Mossos d’Esquadra, José Luis Trapero, se comprometió a cumplir con las órdenes de la Fiscalía e impedir el referéndum, aunque alegó que se ajustarán a los principios de «oportunidad, proporcionalidad y congruencia», ante el riesgo de alteraciones del orden público.
Grupos independentistas han pedido a sus activistas que se concentren en las escuelas para permitir que sean utilizadas el día 1 e impedir que las fuerzas de seguridad las clausuren.
El tema de la seguridad también estuvo presente en la sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados, donde el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, afirmó que el refuerzo de policías y guardias civiles en Cataluña se mantendrá «mientras sea necesario».
La izquierda, representada por Podemos, acusó a Zoido de que la única propuesta del Ejecutivo español para Cataluña son «balines de goma, cañones de agua y cárcel», dijo la diputada Irene Montero. Mientras tanto, otros grupos, como los socialistas (PSOE) y los liberales (Ciudadanos) hicieron llamamientos al Ejecutivo catalán para que retire su pretensión de una consulta y recuperar el diálogo con el gobierno español.
Desde las filas secesionistas, el ex presidente de la región catalana Artur Mas alertó también sobre el problema de orden público que puede generar el Estado si intenta «precintar Cataluña» para impedir el referéndum: «Están poniendo en peligro la seguridad pública, con una desproporción total y absoluta», opinó.
Reimprimirán papeletas La Guardia Civil española confiscó cerca de 10 millones de papeletas de voto, lo que aparentemente asesta un golpe a la organización de la consulta. Por ello, Raúl Romeva, jefe de Relaciones Exteriores de la región, declaró: «Podemos garantizar que todo lo que hace falta para poder votar existe. Las papeletas se pueden volver a imprimir tantas veces como haga falta, el censo lo tenemos, las urnas están, los colegios electorales estarán». Para saber dónde deben votar, los electores pueden consultar páginas de Internet e introducen su número de documento de identidad. Estos sitios online cambian regularmente porque la justicia los va cerrando.. El martes fueron clausurados alrededor de sesenta. |