MUNDO

Policía británica reduce operativo de búsqueda de Madeleine McCann

por Avatar

La policía británica anunció que ha reducido de 29 a cuatro el número de agentes dedicados a buscar a Madeleine McCann, la niña inglesa que desapareció en el Algarve portugués en mayo de 2007. Scotland Yard afirmó que están siguiendo «un reducido número de líneas de investigación» en relación al caso, por lo que ya no es necesaria la dedicación exclusiva del mismo número de agentes. Tras tomar 1.338 declaraciones y recolectar 1.027 pruebas, la policía todavía no ha llegado a una conclusión sobre qué le ocurrió a la niña Madeleine, que tenía casi cuatro años cuando desapareció. El Reino Unido reabrió oficialmente en julio de 2013 una investigación que la policía portuguesa había cerrado cinco años antes, tras haber identificado nuevas pistas y sospechosos. «Hay una posibilidad de que esté viva», dijo entonces el inspector de Scotland Yard encargado del caso, Andy Redwood. Madeleine desapareció del apartamento turístico que habían alquilado sus padres en Praia da Luz, cuando dormía con sus hermanos pequeños mientras sus progenitores cenaban en un restaurante de su complejo hotelero. Durante los últimos años, cientos de personas de diversos países se han puesto en contacto con la policía para comunicar que habían visto a una niña parecida a Madeleine, cuya imagen ha dado la vuelta al mundo difundida por los medios de comunicación. La colaboración ciudadana sirvió para abrir nuevas vías de investigación en un caso que el matrimonio McCann ha tratado de mantener abierto con diversas campañas. Antes de dar carpetazo al caso por falta de evidencias en 2008, la policía lusa prestó particular atención a los testigos que afirmaban haber visto a Madeleine en el norte de Marruecos, el sudeste de España y Bélgica. Esas pesquisas resultaron finalmente infructuosas, al igual que otras líneas de investigación que situaban a la niña en lugares más lejanos, como Nueva Zelanda, Latinoamérica y la India. Parte de esa búsqueda corrió a cargo de detectives privados que contrató el matrimonio McCann, que pasaron de ser sospechosos en las primeras etapas del caso a ser los únicos impulsores de la investigación, hasta que Scotland Yard volvió a ocuparse de las indagaciones.