María Clemente García, diputada y activista por los derechos de la diversidad sexual, ha hecho historia no solo por convertirse en una de las primeras legisladoras transgénero en México -junto con Salma Luévano-, sino por alternar su cargo público con un trabajo que no ha sido del agrado y la aprobación de compañeros, ciudadanos y colectivos feministas.
“Mi oficio es ser put (…) y tengo derecho a ser put (…)”, es la escueta, pero reveladora frase con la que la representante del Parlamento mexicano hace frente a la avalancha de críticas que surgió luego de que publicara un video sexual explícito en su cuenta de Twitter.
“Para este tipo de contenido existen otras plataformas”, “No, no merecemos este tipo de representantes” y “No publiques tu vida sexual”, fueron algunas de las reacciones que eclipsaron los comentarios del tweet fijado -que ya alcanza casi tres mil «me gusta»- en el que se ve a la diputada federal llevando a cabo actos sexuales sin censura.
Críticas
A la ola de críticas también se sumó la política y empresaria mexicana afiliada al Partido Acción Nacional (Pan) María Teresa Castell, quien no dudó en dejar a la vista su desacuerdo con la conducta de la legisladora a través de sus redes sociales: “Con el respaldo de diputadas y diputados del PRI, PAN, PRD y MC, presenté una queja ante el Comité de Ética, por las conductas violentas e inadecuadas de María Clemente García. Las mujeres no nos vamos a quedar calladas, el comité no puede ser cómplice de esta violencia”.
Castell no solo se refirió al trabajo de los servidores públicos, sino también a los derechos de las mujeres, que según ella han sido “denigrados”. “Las mexicanas y los mexicanos pagan nuestro sueldo como servidores públicos con sus impuestos. Nos pagan por legislar, no por subir videos sexuales a nuestras redes sociales. Basta de denigrar a las mujeres”, fue el mensaje con el que la también diputada federal expresó públicamente su punto de vista frente al polémico video.
Sin embargo, esto no fue todo. El colectivo Marea Verde también hizo un llamado a la Cámara de Diputados para que tome medidas radicales sobre la situación, que se ha convertido en la protagonista de decenas de debates en las redes sociales y hasta en la Cámara de Diputados.
“Exigimos a la Cámara de Diputados y a diputados de Morena que esta persona deje de ocupar un cargo público. No solo irrumpe en las convenciones contra la trata y tiene un lenguaje que bona a la violencia sexual contra las mujeres, sino que ahora sube pornografía a sus redes sociales”, dijo Marea Verde en su cuenta de Twitter.
La diputada defendió su trabajo
Frente a los comentarios negativos que ha venido recibiendo, María Clemente ha decidido no quedarse callada, pues asegura que como legisladora no recibe remuneración suficiente, razón por la cual ha tenido que acudir a un segundo empleo asociado al sexoservicio y la pornografía. Sin pelos en la lengua, la diputada federal -período 2021/2024- defendió vehementemente su trabajo alterno al de legisladora.
“Lo hago porque es mi trabajo, los demás diputados son administradores, tienen empresas, los abogados siguen en sus despachos, yo por qué no voy a seguir trabajando, prohíbanle entonces a todos que renuncien a todos sus trabajos y actividades comerciales”, declaró.
En entrevista con la Cámara de Diputados, García reveló el que sería su próximo movimiento: lograr regular el trabajo sexual. “Le digo a Morena que se dice de izquierda, defensora de los derechos de los trabajadores, pues que me ayuden a legislar y regular el trabajo sexual”, solicitó, al tiempo que dejó en claro que no borrará el polémico video de sus redes sociales.